La central nuclear de Golfech, ubicada cerca del río Garona en el suroeste de Francia, ha sido uno de los puntos críticos en la reciente ola de calor que ha afectado al país. Este fenómeno meteorológico no solo ha traído consigo temperaturas extremas, sino que también ha obligado a las autoridades a interrumpir la actividad de varias centrales nucleares debido al aumento de la temperatura del agua del río, que ha superado el umbral reglamentario de 28ºC. Esta situación ha puesto de manifiesto la vulnerabilidad del sistema energético francés, que depende en gran medida de la energía nuclear para su suministro eléctrico.
La empresa eléctrica estatal EDF advirtió sobre las posibles restricciones de producción en su parque nuclear debido a las altas temperaturas del Garona. En total, se estima que alrededor de cinco instalaciones nucleares han sido afectadas por el calor extremo este verano, lo que ha llevado a cortes de electricidad en varias zonas de París, incluyendo áreas emblemáticas como las Galerías Lafayette y la Asamblea Nacional. Según Enedis, la compañía encargada de la gestión eléctrica, estos cortes están directamente relacionados con la ola de calor, que ha provocado fallos en las conexiones eléctricas.
La situación se ha vuelto crítica, especialmente en un momento en que la demanda eléctrica ha aumentado debido al uso intensivo de sistemas de refrigeración. Durante los días más calurosos, se reportó que el 15% de la capacidad nuclear de Francia estuvo fuera de servicio, lo que ha generado un impacto significativo en el suministro eléctrico del país. Este no es un problema nuevo; episodios similares ocurrieron en 2018, cuando las altas temperaturas también llevaron a la reducción de la producción nuclear.
### La Obsolescencia del Parque Nuclear Francés
Francia cuenta actualmente con 57 reactores nucleares distribuidos en 18 centrales, que generan aproximadamente el 65% de su electricidad. Sin embargo, muchos de estos reactores son obsoletos, ya que fueron diseñados entre las décadas de 1960 y 1980, en un contexto donde el calentamiento global no era una preocupación prioritaria. Esta obsolescencia ha llevado a las autoridades a cerrar varios reactores para mantenimiento, y en la actualidad, 11 de ellos están fuera de servicio.
El Gobierno de Emmanuel Macron se enfrenta a un desafío estructural en su parque nuclear, que se ha vuelto cada vez más vulnerable a fenómenos climáticos extremos. Además, la dependencia de Francia de las importaciones de uranio, especialmente de países como Níger, Kazajistán, Uzbekistán y Namibia, ha aumentado la presión sobre su modelo energético. Tras el golpe de Estado en Níger en 2023, el nuevo gobierno ha bloqueado las exportaciones de uranio, lo que ha llevado a Francia a buscar nuevas fuentes de suministro para mitigar esta dependencia.
### Repercusiones en el Mercado Energético Europeo
La fragilidad del sistema nuclear francés no solo afecta a Francia, sino que tiene repercusiones en toda Europa. En 2023, Francia se consolidó como el mayor exportador de electricidad del continente, y cualquier caída en su producción puede impactar a los países vecinos. Durante la reciente ola de calor, la alta demanda de energía y la interrupción del suministro provocaron un aumento drástico en los precios de la electricidad en otros países europeos. Por ejemplo, el 24 de junio, los precios medios diarios de la electricidad aumentaron un 15% en España, un 106% en Polonia, un 108% en Francia y un asombroso 175% en Alemania, donde los precios casi se triplicaron en algunas horas pico.
Este fenómeno no es exclusivo de Francia; Suiza también ha tenido que detener la actividad de su central nuclear de Beznau debido a las altas temperaturas. Los expertos advierten que este tipo de interrupciones podrían volverse más comunes si las temperaturas continúan en aumento. Mientras tanto, Suiza ha decidido eliminar gradualmente la energía nuclear y cerrar sus reactores para 2032, lo que plantea un futuro incierto para la energía nuclear en Europa.
La situación actual en Francia pone de relieve la necesidad urgente de actualizar y diversificar su infraestructura energética. Con el cambio climático y las tensiones geopolíticas en aumento, es fundamental que el país encuentre soluciones sostenibles para garantizar un suministro eléctrico seguro y confiable. La transición hacia fuentes de energía más limpias y renovables podría ser una de las claves para enfrentar estos desafíos, pero requerirá un compromiso significativo y una planificación a largo plazo para evitar crisis energéticas en el futuro.