En un contexto global donde la tecnología juega un papel crucial en la vida cotidiana, Europa se enfrenta a un desafío significativo: su dependencia de las grandes empresas tecnológicas estadounidenses. Este fenómeno ha cobrado relevancia tras incidentes recientes que han puesto de manifiesto las vulnerabilidades de la infraestructura digital europea. La situación se ha intensificado con la reciente decisión de Donald Trump de restringir el acceso a servicios digitales a figuras clave en la comunidad internacional, como el fiscal jefe de la Corte Penal Internacional, Karim Khan. Este acto ha encendido las alarmas en el Viejo Continente, donde se cuestiona la seguridad y la soberanía de los datos europeos.
La dependencia de Europa de gigantes como Microsoft, Amazon y Google es alarmante. Según datos recientes, estas empresas controlan aproximadamente el 72% del mercado de computación en la nube en Europa, lo que plantea serias preocupaciones sobre la privacidad y la seguridad de los datos. La situación es aún más crítica considerando que el proveedor europeo más grande, OVHcloud, tiene una cuota de mercado inferior al 2%. Esta falta de autosuficiencia tecnológica ha sido un tema recurrente en la agenda política europea desde las revelaciones de Edward Snowden en 2013, que expusieron la vigilancia masiva de Estados Unidos.
**Iniciativas para Reducir la Dependencia Tecnológica**
La creciente preocupación por la dependencia de las empresas tecnológicas estadounidenses ha llevado a varios países europeos a adoptar medidas concretas para reducir esta vulnerabilidad. A mediados de junio, las ciudades danesas de Copenhague y Aarhus decidieron abandonar Microsoft Office en favor de LibreOffice, un software de código abierto. Esta decisión fue impulsada por el Ministerio de Asuntos Digitales de Dinamarca, que advirtió sobre los riesgos asociados con la dependencia de unos pocos proveedores extranjeros.
El primer ministro canadiense, Mark Carney, ha señalado que Estados Unidos está comenzando a monetizar su hegemonía, lo que ha llevado a Europa a replantearse su estrategia digital. El Informe Draghi, que guía la política de competitividad de la Comisión Europea, también ha enfatizado la necesidad de mejorar la infraestructura tecnológica y reducir las dependencias.
La tendencia hacia la soberanía digital se ha extendido más allá de Dinamarca. En marzo, el Parlamento de los Países Bajos aprobó la creación de una nube digital soberana, y en junio, la ciudad francesa de Lyon y el estado alemán de Schleswig-Holstein optaron por Linux en lugar de Windows. Estas iniciativas reflejan un cambio de mentalidad en Europa, donde se busca no solo reducir la dependencia de Silicon Valley, sino también fomentar el uso de software libre que permita a los ciudadanos tener un mayor control sobre sus datos.
**El Aumento del Software Libre y la Resistencia a las Big Tech**
El software libre se presenta como una solución viable para la dependencia tecnológica. Expertos en el campo argumentan que su adopción no solo ayuda a mitigar la dependencia de las grandes empresas estadounidenses, sino que también empodera a los ciudadanos. Marta G. Franco, autora de «Las redes son nuestras», destaca que el código abierto permite a los usuarios ver, modificar y distribuir el software, lo que contribuye a una mayor transparencia y seguridad.
A pesar de que el uso de Linux sigue siendo minoritario, su cuota de mercado en Europa ha aumentado del 3,1% en noviembre de 2024 al 4,6% en la actualidad, marcando un récord histórico. Jonathan Bryce, director ejecutivo de OpenInfra Foundation, ha señalado que el interés en proveedores de nube europeos de código abierto ha crecido significativamente, lo que indica un cambio en la percepción del software libre.
Sin embargo, mientras algunos países europeos avanzan hacia la soberanía digital, otros, como España, parecen ir en dirección opuesta. Microsoft ha anunciado que cuadruplicará su inversión en el país, lo que podría profundizar la dependencia de sus servicios. A pesar de esto, iniciativas como las promovidas por la plataforma de derechos digitales Xnet están logrando que el software libre gane terreno en algunas escuelas, desafiando la hegemonía de Google.
La situación actual en Europa refleja una lucha por la soberanía digital en un mundo cada vez más interconectado. La dependencia de las grandes empresas tecnológicas estadounidenses plantea riesgos significativos para la privacidad y la seguridad de los datos europeos. A medida que la presión aumenta, es probable que veamos un impulso aún mayor hacia la adopción de soluciones de software libre y la creación de infraestructuras digitales soberanas en el continente.