La icónica marca de cosméticos Estée Lauder, fundada en 1946, se enfrenta a un periodo de grandes desafíos financieros. Con pérdidas netas que alcanzan los 1.133 millones de dólares (971,1 millones de euros) al cierre de su año fiscal, la compañía ha tenido que implementar medidas drásticas para intentar revertir esta situación. Este artículo explora los factores que han llevado a la firma a este punto crítico y las estrategias que están adoptando para recuperar su posición en el mercado.
**Desempeño Financiero y Reestructuración**
El año fiscal que concluyó el 30 de junio fue particularmente difícil para Estée Lauder. La compañía reportó pérdidas significativas, contrastando con los beneficios de 390 millones de dólares (334,3 millones de euros) del año anterior. Este cambio drástico en la situación financiera ha llevado a la empresa a tomar decisiones difíciles, incluyendo el anuncio de hasta 7.000 despidos, lo que representa aproximadamente el 11% de su plantilla. Esta reestructuración se enmarca dentro de un plan denominado «Beauty Reimagined», que busca establecer un crecimiento sostenible en las ventas y mejorar los márgenes operativos en los próximos años.
El CEO, Stéphane de La Faverie, ha enfatizado la necesidad de una visión estratégica audaz para enfrentar la volatilidad del mercado. A pesar de las pérdidas, la compañía ha visto un incremento en sus ingresos, que alcanzaron los 15.608 millones de dólares (13.377 millones de euros), un 8,9% más que el año anterior. Sin embargo, este crecimiento no ha sido suficiente para contrarrestar el aumento de los gastos operativos, que se elevaron a 11.382 millones de dólares (9.755 millones de euros), un 11,4% más.
El desglose de los ingresos revela que el sector del cuidado de la piel ha sido uno de los más afectados, con una caída del 12%, mientras que el maquillaje también experimentó una disminución del 5,9%. Por otro lado, los perfumes y productos para el cabello mostraron un rendimiento mixto, con un ligero aumento en los perfumes y una caída en los productos capilares. Esta situación ha llevado a la empresa a replantear su enfoque en cada una de sus categorías de productos.
**Estrategias Futuras y Perspectivas**
A pesar de los desafíos, Estée Lauder ha decidido continuar con la distribución de dividendos trimestrales, fijando un monto de 0,35 dólares (0,30 euros) por acción. La compañía espera que en el año fiscal 2026, las ventas crezcan entre un 2% y un 5%, y que el beneficio neto diluido por acción se sitúe entre 1,63 y 1,87 dólares (1,40 y 1,60 euros), en comparación con el resultado negativo de 3,15 dólares (2,70 euros) del año anterior. Sin embargo, la empresa también ha advertido sobre el impacto de los aranceles, que podrían restar aproximadamente 100 millones de dólares (85,7 millones de euros) de sus beneficios.
El plan de reestructuración incluye un ahorro anual proyectado de entre 800 y 1.000 millones de dólares (685,7 y 857,1 millones de euros), aunque se estima que la implementación de estas medidas costará entre 1.200 y 1.600 millones de dólares (1.028 y 1.371 millones de euros). Esto sugiere que, aunque la empresa está tomando medidas para mejorar su situación, aún queda un camino por recorrer antes de que pueda estabilizarse completamente.
En un entorno de mercado cada vez más competitivo, donde las preferencias de los consumidores están en constante evolución, Estée Lauder se enfrenta a la necesidad de innovar y adaptarse. La compañía ha comenzado a explorar nuevas líneas de productos y a fortalecer su presencia en el comercio electrónico, un canal que ha demostrado ser crucial en la era post-pandemia. Además, la marca está evaluando su portafolio de marcas, que incluye nombres reconocidos como Clinique, MAC y La Mer, para identificar oportunidades de crecimiento y optimización.
La historia de Estée Lauder es un recordatorio de que incluso las marcas más icónicas pueden enfrentar desafíos significativos. A medida que la compañía navega por este periodo de transformación, será interesante observar cómo implementa sus estrategias y si logra recuperar su rentabilidad en un mercado que sigue siendo volátil y competitivo.