La tensión entre JxCat y el PSOE se intensifica a medida que se acerca el momento de tomar decisiones cruciales sobre el apoyo del partido catalán al gobierno de Pedro Sánchez. En una reciente declaración, Jordi Turull, secretario general de JxCat, ha dejado claro que la evaluación de los resultados del acuerdo de investidura no ha sido positiva, lo que ha llevado a la formación a considerar una decisión «estructural» sobre su futuro en la legislatura.
### La Insatisfacción de JxCat con el Gobierno
Desde la firma del acuerdo de investidura hace dos años, JxCat ha expresado su descontento con los resultados obtenidos. Turull ha señalado que el balance actual no es el esperado y que el partido ha puesto toda su voluntad en el acuerdo, pero los resultados no han llegado. «El infierno está lleno de buenas intenciones, pero nosotros queremos resultados», ha afirmado, subrayando la necesidad de que el PSOE cumpla con sus compromisos.
La advertencia de Turull se suma a las declaraciones del presidente de JxCat, Carles Puigdemont, quien anticipó que en otoño se producirán cambios significativos en la relación con el gobierno de Sánchez. Aunque Turull ha aclarado que no se trata de un ultimátum, ha dejado claro que el PSOE es consciente de que las cosas no están funcionando como deberían.
Uno de los puntos críticos en la relación entre ambos partidos ha sido la falta de avances en temas clave, como la oficialidad del catalán en la Unión Europea. Turull ha reconocido los esfuerzos del gobierno, pero ha criticado que la implicación de Sánchez ha llegado demasiado tarde. «El máximo liderazgo del PSOE se ha puesto tarde, y, en lugar de aprovechar cuando él cotizaba al alza en el ámbito europeo, se ha puesto cuando ha empezado a cotizar a la baja», ha declarado.
### Cambios en la Mesa de Negociación
La reciente entrada en prisión de Santos Cerdán, exsecretario general del PSOE y principal interlocutor con JxCat, ha obligado a un cambio en la mesa de negociación. Sin embargo, Turull ha enfatizado que el problema no radica en los interlocutores, sino en los resultados concretos. La falta de avances en cuestiones como el traspaso de competencias en inmigración ha generado descontento no solo en JxCat, sino también en otros aliados del PSOE, como Podemos.
La postura de Podemos ha sorprendido a JxCat, que ha expresado su perplejidad ante la similitud de la formación morada con Vox en su rechazo a ciertas leyes. Turull ha acusado a Podemos de sumarse a la «catalanofobia» por motivos electorales, lo que ha complicado aún más la situación para el PSOE.
A medida que se acerca el otoño, JxCat se prepara para escuchar a su militancia y a los órganos del partido antes de tomar una decisión sobre su apoyo al gobierno. Turull ha dejado claro que no se rehuirá ninguna responsabilidad en este proceso, lo que indica que la situación es crítica y que cualquier decisión podría tener un impacto significativo en la estabilidad del gobierno de Sánchez.
La relación entre JxCat y el PSOE se encuentra en un punto de inflexión. La falta de resultados tangibles y la creciente insatisfacción dentro de JxCat podrían llevar a cambios drásticos en el apoyo al gobierno. A medida que se desarrollan los acontecimientos, será crucial observar cómo ambos partidos manejan esta situación y qué decisiones se toman en los próximos meses.