En los últimos años, la población de palomas en India ha experimentado un aumento notable, alcanzando un 150% en solo tres años. Este incremento ha llevado a un intenso debate en las principales ciudades del país, donde las autoridades han decidido tomar medidas drásticas para controlar la población de estos pájaros. La reciente prohibición de alimentar palomas en lugares públicos ha desatado una serie de protestas y enfrentamientos entre defensores de las aves y las fuerzas del orden. La situación ha puesto de manifiesto la complejidad de la relación entre los humanos y las palomas en la India, donde estos animales son considerados tanto símbolos de paz como portadores de enfermedades.
La prohibición de alimentar palomas ha sido respaldada por un tribunal, que ha ordenado la demolición de las ‘kabutharkanas’, estructuras tradicionales donde se alimentan y cuidan a las palomas. Esta decisión ha generado una fuerte reacción entre los devotos religiosos y los amantes de las aves, quienes consideran que alimentar a las palomas es un acto piadoso que honra a los ancestros y atrae bendiciones. Las ‘kabutharkanas’ son especialmente significativas en el jainismo, una religión que promueve la compasión y la paz. En Mumbai, la ciudad más afectada, se estima que hay alrededor de cincuenta de estas estructuras, siendo la más famosa la de Dadar, que tiene más de un siglo de antigüedad.
La situación se ha vuelto tensa, con enfrentamientos entre la policía y los defensores de las palomas, resultando en detenciones y un aumento de la seguridad en las áreas afectadas. Algunos activistas han amenazado con huelgas de hambre en protesta por la prohibición, lo que ha llevado a un mayor escrutinio sobre la gestión de la población de palomas en las ciudades indias. La creciente preocupación por la salud pública ha sido un factor clave en la decisión de las autoridades, ya que las heces de las palomas son conocidas por contener patógenos zoonóticos que pueden causar enfermedades graves en los humanos.
La salud pública se ha convertido en un argumento central en este debate. Estudios recientes han demostrado que las palomas pueden ser responsables de la neumonitis por hipersensibilidad, una enfermedad que puede ser fatal y que afecta a los pulmones. Un caso trágico involucró la muerte de un niño de once años en Delhi, lo que ha llevado a un mayor enfoque en los riesgos asociados con la convivencia entre humanos y palomas. Los médicos han señalado que el 77% de los casos de neumonitis por hipersensibilidad están relacionados con estas aves, lo que ha llevado a un llamado a la acción por parte de las autoridades de salud.
A medida que las ciudades indias buscan soluciones, se han implementado multas en otras localidades como Pune y Thane, y Nueva Delhi está considerando medidas similares. La experiencia de otras ciudades del mundo también se ha tenido en cuenta. En Venecia y Singapur, las multas por alimentar a las palomas son especialmente altas, mientras que en Nueva York y Londres se han establecido zonas acotadas para controlar su población. Por otro lado, ciudades como Barcelona han optado por métodos más innovadores, como el uso de pienso que impide la eclosión de los huevos de las palomas, buscando un equilibrio entre la salud pública y la preservación de estas aves.
La situación en India refleja un conflicto más amplio entre la tradición y la modernidad, donde las creencias culturales y religiosas chocan con las necesidades de salud pública. La prohibición de alimentar a las palomas ha dividido a la sociedad india, y la tensión entre los defensores de las aves y las autoridades continúa creciendo. La población de palomas, que ha prosperado en las ciudades indias gracias a la urbanización y la industrialización, ahora se enfrenta a un futuro incierto, mientras las autoridades buscan formas de controlar su número sin ignorar las tradiciones culturales que las rodean. La resolución de este conflicto requerirá un enfoque equilibrado que considere tanto la salud pública como el respeto por las creencias y prácticas culturales de la población.