Galicia, conocida por su rica historia y paisajes impresionantes, alberga numerosos pazos que reflejan la grandeza de su pasado. Uno de los más destacados es el Pazo de Rubianes, un lugar que combina historia, belleza natural y una tradición vitivinícola que se remonta a siglos atrás. Este pazo, vinculado a la familia Caamaño-Ozores, no solo es un monumento arquitectónico, sino también un jardín botánico que atrae a visitantes de todo el mundo.
### Historia y Arquitectura del Pazo de Rubianes
El Pazo de Rubianes tiene sus raíces en la Edad Media, cuando fue fundado por la familia Caamaño. En 1411, D. García Caamaño construyó la torre fortaleza que dio origen a lo que hoy conocemos como el pazo. Este edificio no solo sirvió como residencia, sino que también desempeñó un papel importante en la historia local, ya que García Caamaño fue el fundador de la villa de Vilagarcía de Arousa, un nombre que perdura hasta nuestros días.
A lo largo de los siglos, el pazo ha sido testigo de numerosos acontecimientos históricos y ha pasado por varias transformaciones. En el siglo XVI, la familia Caamaño se unió a otros linajes nobles, como los Mendoza, lo que consolidó su poder en la región. La capilla de San José, construida en 1598 por Josepe Caamaño y Mendoza, es un ejemplo de la riqueza arquitectónica del lugar, con retablos e imágenes que datan de esa época.
Con el tiempo, el pazo pasó a manos de la familia Ozores, quienes continuaron su legado. En el siglo XVIII, Jacobo Ozores, marqués de Aranda, regresó de su destierro en Francia y transformó el pazo con un estilo afrancesado, similar a los châteaux que había admirado. Esta renovación no solo embelleció el edificio, sino que también amplió el jardín botánico, estableciendo una tradición vitivinícola que perdura hasta hoy.
### El Jardín Botánico y la Viticultura
El Pazo de Rubianes no solo es famoso por su arquitectura, sino también por su impresionante jardín botánico. Este espacio verde, que cuenta con más de 5.000 camelias y una variedad de especies arbóreas, ha sido declarado Jardín de Excelencia Internacional por la Sociedad Internacional de la Camelia. Entre sus ejemplares se encuentran magnolios centenarios, eucaliptos gigantes y robles gallegos que han sido testigos del paso del tiempo.
La viticultura es otro de los pilares del Pazo de Rubianes. La finca abarca 25 hectáreas de viñedos, donde se cultiva Albariño, una de las variedades de uva más representativas de la Denominación de Origen Rías Baixas. La bodega, que data del siglo XV, ha sido adaptada para ofrecer catas de vino y experiencias enoturísticas que permiten a los visitantes disfrutar de la rica tradición vitivinícola de la región.
Los hermanos Beatriz, María y Gonzalo Ozores Rey son los actuales gestores del pazo y han implementado un enfoque de conservación que se centra en la preservación del patrimonio arquitectónico, el jardín botánico y la viticultura. Gracias a su dedicación, el Pazo de Rubianes se ha convertido en un destino turístico popular, ofreciendo visitas guiadas que incluyen recorridos por el jardín, el viñedo y la bodega, culminando en una cata de vino que permite a los visitantes degustar la esencia de la región.
### Un Legado Familiar y Cultural
La familia Ozores ha mantenido un perfil bajo en los medios de comunicación, pero su compromiso con el Pazo de Rubianes es evidente. Beatriz, licenciada en Ciencias Religiosas y presidenta de Pazo de Rubianes SL, ha trabajado incansablemente para promover la historia y la cultura del lugar. Su hermana María, vicepresidenta de la misma empresa, comparte la responsabilidad de gestionar el pazo, asegurando que el legado familiar continúe.
Gonzalo, aunque no ocupa un cargo formal, también participa activamente en la gestión del pazo y ha defendido su integridad ante proyectos que podrían alterar su uso tradicional. Este compromiso con la preservación del patrimonio cultural y natural es un testimonio del profundo respeto que la familia tiene por su historia y su entorno.
El Pazo de Rubianes no solo es un lugar de belleza y tranquilidad, sino también un símbolo de la rica herencia cultural de Galicia. A través de sus jardines, su arquitectura y su tradición vitivinícola, este pazo sigue cautivando a quienes lo visitan, ofreciendo una experiencia única que combina historia, naturaleza y gastronomía. Sin duda, es un destino que merece ser explorado por aquellos que buscan conocer más sobre la riqueza cultural de esta región española.