La situación actual de la red de distribución eléctrica en España es crítica, con un alarmante 83,4% de saturación que impide la conexión de nueva demanda. Esta advertencia proviene de Aelec, la patronal eléctrica que preside Marina Serrano, y se enmarca en un contexto donde la necesidad de inversiones se vuelve cada vez más apremiante. La saturación de la red no solo representa un obstáculo para el crecimiento industrial, sino que también plantea serios riesgos de apagones, como el que afectó a la Península el pasado 28 de abril. La falta de capacidad para conectar nueva demanda podría llevar a un colapso del sistema eléctrico, una situación que todos los actores del sector buscan evitar a toda costa.
**La Necesidad de Inversiones y un Modelo Retributivo Adecuado**
La patronal Aelec ha hecho un llamado urgente para aumentar las inversiones en la red de distribución eléctrica, enfatizando que esto debe ir acompañado de un modelo retributivo coherente y estable. La propuesta actual de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), que sugiere una retribución del 6,46% para el periodo 2026-2031, ha sido criticada por no ser suficiente para atraer las inversiones necesarias. Comparado con la retribución actual del 5,58% y la expectativa del sector de un 7,5%, el porcentaje propuesto es considerado insuficiente por líderes del sector como José Bogas, CEO de Endesa, quien lo calificó de “austericidio”.
La falta de un modelo retributivo atractivo no solo afecta a las empresas eléctricas, sino que también tiene repercusiones en la economía nacional. Aelec ha señalado que el año pasado se rechazaron casi la mitad de las solicitudes de conexión, lo que bloqueó hasta 60.000 millones de euros en inversiones potenciales. Esta situación no solo limita el acceso a la electricidad para nuevas industrias, sino que también frena la transición hacia un modelo energético más sostenible y eficiente.
**Reforzar y Digitalizar la Red: Un Imperativo para el Futuro**
Aelec ha subrayado la importancia de reforzar y digitalizar la red de distribución eléctrica. Esto incluye la necesidad de aumentar su capacidad y de contar con una planificación ágil que permita responder rápidamente a la demanda. Sin estos cambios, será imposible conectar a la industria, la vivienda, el almacenamiento y la movilidad eléctrica, lo que limitará el potencial de las energías renovables y afectará negativamente el crecimiento económico y la competitividad de España.
Además, el Ministerio para la Transición Ecológica ha afirmado que desde 2020 se han otorgado accesos a la red suficientes para doblar la demanda nacional, lo que incluye proyectos significativos en centros de procesamiento de datos, iniciativas industriales y planes urbanísticos. Sin embargo, la saturación actual de la red pone en riesgo estos avances y la capacidad de España para cumplir con sus objetivos de sostenibilidad y electrificación.
El CEO de SotySolar, José Carlos Díaz Lacaci, ha señalado que la dependencia de un modelo de producción centralizada hace que el sistema sea vulnerable. Propone que el autoconsumo y las comunidades energéticas son parte clave de la solución, ya que generan energía limpia en el mismo lugar donde se consume, lo que podría aliviar la presión sobre la red y proporcionar seguridad energética a hogares y empresas.
En este contexto, la advertencia de Aelec se vuelve aún más relevante, especialmente considerando que el Gobierno español está apostando por una transición ecológica centrada en la electrificación. La falta de inversiones adecuadas y un modelo retributivo que incentive el crecimiento del sector eléctrico podría tener consecuencias graves para la economía y la sostenibilidad del país.
La situación actual exige una respuesta inmediata y efectiva por parte de los reguladores y del Gobierno. La comparecencia de la presidenta de Redeia en el Senado podría arrojar luz sobre la situación actual de la red eléctrica y las medidas que se están tomando para evitar futuros apagones. En un momento en que Europa está invirtiendo fuertemente en infraestructuras eléctricas, España no puede permitirse quedar atrás. La urgencia de la situación es clara, y la necesidad de un cambio en la política energética es inminente.