Las intensas lluvias que han azotado la Comunidad Valenciana han generado una situación crítica en varias localidades, especialmente en Aldaia, donde el barranco de La Saleta ha desbordado, inundando calles y provocando la intervención de los servicios de emergencia. Este fenómeno meteorológico, que ha sido catalogado como de «peligro extraordinario» por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), ha llevado a la suspensión de clases en más de medio centenar de municipios, incluyendo la capital valenciana.
La situación se ha visto agravada por la acumulación de agua, que se estima podría superar los 250 a 300 litros por metro cuadrado en un corto periodo de tiempo. Este fenómeno ha recordado a los valencianos la devastadora DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) que tuvo lugar en 2024, la cual dejó un saldo trágico de 229 víctimas mortales. En esta ocasión, aunque no se han reportado incidentes graves, los bomberos han realizado numerosas intervenciones para asegurar la seguridad de los ciudadanos.
### Desbordamiento del Barranco de La Saleta
El barranco de La Saleta, conocido por su problemática en episodios de lluvias intensas, ha vuelto a ser el foco de atención. En Aldaia, las precipitaciones han sido tan intensas que han provocado el desbordamiento del barranco, inundando varias calles del núcleo urbano. El alcalde de Aldaia, Guillermo Luján, ha informado que en solo 35 minutos se registraron 57 litros por metro cuadrado, lo que generó momentos de tensión en la localidad. Sin embargo, gracias a las barreras anti inundaciones y las canalizaciones implementadas por el consistorio, la situación no se ha agravado, y no ha sido necesario evacuar a los residentes.
Luján ha destacado que, a pesar de la gravedad de la situación, el agua no ha alcanzado niveles peligrosos, manteniéndose por debajo de la altura de media rueda de un coche. Esto ha permitido que los servicios de emergencia se concentren en la revisión de viviendas y en la vigilancia de los puntos más críticos de la zona. En Massarrojos, por ejemplo, se ha controlado el barranco del Carraixet, mientras que en Torrent se han cerrado los pasos inundables como medida de precaución.
La respuesta de las autoridades ha sido rápida y efectiva, con la Policía Local de Valencia y la Guardia Civil desplegando unidades en las áreas más vulnerables. A pesar de las dificultades, el tráfico en la ciudad ha funcionado con normalidad durante la noche, y no se han implementado restricciones en los túneles ni en otros puntos críticos.
### Intervenciones de Emergencia y Alteraciones en el Transporte
A medida que las lluvias continuaban, los servicios de emergencia se vieron obligados a movilizar recursos adicionales. El Consorcio Provincial de Bomberos de Castellón, por ejemplo, tuvo que rescatar a una persona atrapada en su vehículo en Sant Jordi, donde las lluvias habían causado acumulaciones de agua significativas. En total, los bomberos de Valencia y Castellón realizaron múltiples rescates de vehículos durante la noche, evidenciando la gravedad de la situación en varias localidades.
El impacto de las lluvias también se ha sentido en el transporte público. Renfe suspendió temporalmente el servicio de Cercanías en la línea C6, que conecta Valencia con Castellón, aunque este se reanudó más tarde en la mañana. Sin embargo, se registraron retrasos en la línea C2, que une Valencia con Moixent, debido a una avería en la infraestructura. En el caso de los trenes de alta velocidad (AVE), se reportaron retrasos en varios servicios que partían de Castellón y Valencia, lo que ha generado inconvenientes para los viajeros.
Metrovalencia, por su parte, ha modificado su servicio habitual, aplicando el horario de sábado en todas sus líneas debido a las condiciones meteorológicas adversas. La circulación de la Línea 2 se interrumpió temporalmente entre Santa Rita y Llíria, lo que ha llevado a la entidad a instar a los ciudadanos a informarse antes de utilizar el transporte público.
Las carreteras también han sido afectadas, con cortes en la V-30 en Paterna debido a la acumulación de agua. A pesar de esto, la mayoría de las vías permanecen abiertas, y las autoridades de tráfico han estado monitoreando la situación de cerca.
La comunidad se ha visto unida en la adversidad, con muchos vecinos tomando precauciones adicionales, como mover sus vehículos a zonas más altas para evitar daños. La alerta roja ha llevado a empresas a cerrar temporalmente, como es el caso de la cadena de supermercados Consum, que cerró sus 182 establecimientos en la provincia de Valencia. Eventos importantes, como la Feria Hábitat Valencia y Textilhogar, también han decidido aplazar su apertura debido a la situación meteorológica.
La respuesta de la comunidad y las autoridades ha sido fundamental para mitigar los efectos de este fenómeno meteorológico. A medida que las lluvias continúan, se espera que la vigilancia y las medidas de prevención se mantengan activas para garantizar la seguridad de todos los ciudadanos en la región. La colaboración entre los diferentes cuerpos de emergencia y la población ha demostrado ser clave en la gestión de esta crisis, recordando la importancia de estar preparados ante situaciones de emergencia y la necesidad de contar con infraestructuras adecuadas para enfrentar fenómenos naturales cada vez más frecuentes en la región.