El reciente funeral de Estado en honor a las 237 víctimas de la dana en España ha sido un evento cargado de emociones y tensiones. La ceremonia, que tuvo lugar en el Museo de las Ciencias de València, se vio marcada por la presencia del president de la Generalitat, Carlos Mazón, quien fue abucheado por los familiares de las víctimas. Este acto no solo fue un homenaje a los fallecidos, sino también un escenario donde se evidenció el profundo descontento de los afectados hacia la gestión del gobierno en relación con la tragedia.
La presidenta de la Asociación de Víctimas Mortales Dana 29-O, Rosa Álvarez, fue testigo de la situación tensa que se vivió durante el funeral. Mientras saludaba a los reyes en la planta baja del museo, los gritos de los familiares resonaban en el espacio donde se celebraba el homenaje. «Empezamos a escuchar unos gritos, pero pensamos que venían del exterior», comentó Álvarez, quien luego fue informada por sus familiares sobre la realidad de la situación. La indignación de los asistentes era palpable, y muchos de ellos consideraron que la presencia de Mazón era inapropiada, dado el sufrimiento que habían experimentado.
### La Reacción de las Víctimas y el Contexto Político
La presidenta de la asociación no dudó en calificar a Mazón como «un ser infame» y responsabilizarlo directamente por la muerte de los 229 fallecidos. Este sentimiento de rechazo se hizo evidente durante el acto, donde la tensión era tan intensa que se podía «cortar con un cuchillo». La situación se volvió aún más crítica cuando se hizo evidente que la seguridad del president no era solo una medida de precaución, sino una necesidad ante la hostilidad de los familiares.
«No son muertos de la dana, son los muertos de Mazón», enfatizó Álvarez, subrayando la responsabilidad política que recae sobre el líder regional. A pesar de la adversidad, la presidenta consideró que el funeral cumplió su función de reconocimiento institucional hacia las víctimas, aunque no pudiera reparar el daño causado por la tragedia.
La presencia de la Casa Real y otros representantes del gobierno también fue un punto focal durante el evento. Rosa Álvarez expresó su agradecimiento por el apoyo mostrado por el rey y la reina, quienes se mostraron cercanos y empáticos con los familiares. La reina Letizia, en particular, fue elogiada por su sensibilidad durante el acto, lo que contrasta con la frialdad que muchos percibieron en la figura de Mazón.
### La Importancia del Reconocimiento Institucional
El funeral de Estado no solo fue un homenaje a las víctimas, sino también un llamado a la responsabilidad política. La presidenta de la Asociación de Víctimas Mortales Dana 29-O destacó la importancia de que el sufrimiento de las víctimas sea reconocido a nivel nacional e internacional. La visibilidad del rechazo hacia Mazón fue un mensaje claro sobre la insatisfacción con la gestión de la crisis.
«Los que le dan apoyo son cómplices», afirmó Álvarez, refiriéndose a aquellos que respaldan al president a pesar de la tragedia. La presidenta también mencionó que el acto fue una oportunidad para que las voces de las víctimas fueran escuchadas, y que el rechazo hacia Mazón se hizo evidente para todos los presentes, incluidos los medios internacionales.
La ceremonia fue un momento de reflexión y reconocimiento, pero también un recordatorio de que las heridas abiertas por la tragedia aún no han sanado. La presidenta de la asociación, quien perdió a su padre en la riada, enfatizó que el dolor de las víctimas no debe ser olvidado y que es fundamental que se tomen responsabilidades políticas para evitar que situaciones similares se repitan en el futuro.
En este contexto, el funeral de Estado se convierte en un símbolo de la lucha de las víctimas por justicia y reconocimiento. La combinación de emociones, tensiones y la búsqueda de respuestas políticas marcan un capítulo importante en la historia reciente de España, donde la memoria de los fallecidos y el clamor por justicia continúan resonando en la sociedad.