La endometriosis es una de las condiciones ginecológicas más prevalentes entre las mujeres en edad fértil, afectando aproximadamente al 10% de la población femenina. Esta enfermedad, que se caracteriza por el crecimiento del tejido endometrial fuera del útero, no solo se asocia con síntomas físicos como dolor crónico y complicaciones en la fertilidad, sino que también tiene un impacto significativo en la vida laboral, la salud mental y la maternidad de quienes la padecen.
El diagnóstico de endometriosis puede ser un obstáculo considerable en el desarrollo personal y profesional de muchas mujeres. Los episodios de dolor intenso, junto con los períodos de tratamiento, pueden interferir con la capacidad de asistir al trabajo o mantener una vida social activa. Se estima que entre el 20% y el 30% de las mujeres con esta enfermedad experimentan ausentismo laboral debido a los síntomas, lo que puede afectar su estabilidad económica y profesional. Esta situación se agrava aún más por el impacto psicológico que la enfermedad puede tener. La frustración por la falta de un diagnóstico claro y la preocupación por la fertilidad pueden generar sentimientos de aislamiento y estrés crónico. La depresión y la ansiedad son condiciones comunes entre las mujeres que sufren de endometriosis, afectando su bienestar general y su calidad de vida.
Uno de los aspectos más desafiantes de la endometriosis es su efecto en la maternidad. Las mujeres diagnosticadas con esta condición enfrentan un riesgo aumentado de complicaciones durante el embarazo, como la preeclampsia y el aborto espontáneo. Estos factores no solo complican el proceso de concepción, sino que también intensifican la angustia emocional y psicológica que muchas de ellas experimentan. Sin embargo, la investigación científica está avanzando y ofreciendo nuevas esperanzas para estas mujeres. Un estudio reciente dirigido por la doctora Hortensia Ferrero en la Fundación IVI se centra en desentrañar las causas biológicas de las complicaciones en el embarazo de mujeres con endometriosis. La doctora Ferrero afirma que estos avances promueven una ciencia que coloca el cuerpo femenino en el centro del conocimiento científico, buscando no solo curar, sino también mejorar la calidad de vida y garantizar una atención médica más centrada en las realidades de las mujeres con esta enfermedad.
El análisis realizado por el equipo de la doctora Ferrero ha revelado descubrimientos significativos sobre el perfil proteómico del endometrio en mujeres con endometriosis. Utilizando modelos avanzados de cultivo de organoides endometriales, se ha identificado que alteraciones en más de 360 proteínas podrían ser responsables de complicaciones en el embarazo, como el aborto espontáneo o la preeclampsia. Estos hallazgos podrían allanar el camino para el desarrollo de tratamientos personalizados que no solo mejoren la fertilidad, sino que también ayuden a prevenir complicaciones durante la gestación. El uso de organoides endometriales, que permiten recrear condiciones similares a las del inicio de la gestación en el laboratorio, es un ejemplo de cómo la ciencia puede generar soluciones innovadoras para problemas de salud complejos.
Este avance científico representa una luz al final del túnel para muchas mujeres que luchan con las secuelas de la endometriosis, ofreciendo la posibilidad de una maternidad más segura y tratamientos que se adapten a las necesidades individuales de cada paciente. La doctora Ferrero destaca que «podemos estudiar cómo responde su endometrio a hormonas, medicamentos o incluso identificar alteraciones específicas relacionadas con la endometriosis. Esto permitirá diseñar tratamientos personalizados en estas mujeres para mejorar la receptividad endometrial y reducir riesgos en el embarazo».
A medida que la investigación avanza, las mujeres afectadas por la endometriosis pueden esperar no solo avances médicos, sino también un mayor reconocimiento de los desafíos sociales y laborales que enfrentan a diario. La ciencia detrás de la endometriosis no solo busca aliviar el dolor físico, sino también mejorar la calidad de vida de las mujeres, otorgándoles la posibilidad de llevar una vida más plena y saludable, tanto en lo personal como en lo profesional. La doctora Ferrero concluye que «este estudio no solo analiza proteínas y rutas metabólicas desreguladas en el endometrio de mujeres con endometriosis, sino que también pone su atención en la salud femenina, reconociendo la importancia de sus experiencias y trabajando para que sus necesidades sean atendidas».
