En el marco de la IV Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) y la Unión Europea, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, hizo un llamado contundente a la comunidad internacional para que todos los Estados respeten el derecho internacional y resuelvan sus disputas de manera pacífica. Este evento, celebrado en Santa Marta, Colombia, se convierte en un punto de encuentro crucial para discutir la cooperación entre dos regiones que, a pesar de sus diferencias, comparten un interés común en la estabilidad y el desarrollo.
La intervención de Sánchez se produjo en un contexto marcado por tensiones geopolíticas, especialmente en relación a las acciones de Estados Unidos en las aguas del Caribe y el Pacífico. El presidente colombiano, Gustavo Petro, había abordado este tema en su discurso inaugural, lo que subrayó la relevancia de la discusión sobre la soberanía y el respeto mutuo entre naciones. En este sentido, Sánchez y el presidente del Consejo Europeo, António Costa, coincidieron en la necesidad de una cooperación más profunda y estratégica entre la CELAC y la UE, enfatizando que la integración es un «imperativo geoestratégico» en tiempos inciertos.
### La Diversidad como Fortaleza
Durante su discurso, Sánchez destacó que la diversidad de los Estados miembros de la CELAC y la UE es una de sus mayores fortalezas. «Representamos un tercio de los Estados miembros de las Naciones Unidas», afirmó, subrayando la importancia de unir fuerzas para abordar los desafíos globales. Esta diversidad no solo se refiere a la variedad cultural y social, sino también a las diferentes perspectivas políticas y económicas que pueden enriquecer el diálogo y la cooperación.
El presidente español también hizo hincapié en que la alianza entre ambas regiones puede ofrecer al mundo un modelo de confianza y estabilidad en un contexto global cada vez más volátil. La cooperación entre la CELAC y la UE puede ser vista como un faro de esperanza, capaz de iluminar el camino hacia un futuro más próspero y abierto, donde el respeto por el derecho internacional sea la norma y no la excepción.
Por su parte, Gustavo Petro, anfitrión de la cumbre, expresó su preocupación por el «debilitamiento» de los mecanismos de gobernanza global y la vulneración del derecho internacional. En este sentido, hizo un llamado a la comunidad internacional para que se comprometa a fortalecer estos mecanismos y garantizar que las disputas se resuelvan de manera pacífica.
### Retos y Oportunidades en la Relación CELAC-UE
La relación entre la CELAC y la UE ha estado marcada por altibajos, especialmente en los últimos años. Las divisiones políticas en América Latina, exacerbadas por la emergencia de gobiernos de derecha en varios países, han dificultado la cohesión dentro de la CELAC. Sin embargo, la cumbre de Santa Marta representa una oportunidad para revitalizar esta relación y trabajar hacia objetivos comunes.
Uno de los temas centrales de la cumbre fue el acuerdo Mercosur-UE, que ha estado en negociaciones durante años. Tanto Sánchez como Lula da Silva, presidente de Brasil, expresaron su deseo de que este acuerdo se ratifique antes de que finalice el año. Este acuerdo no solo tiene implicaciones económicas, sino que también puede ser un símbolo de la voluntad de ambas regiones de colaborar y avanzar juntas en un mundo cada vez más interconectado.
Además, la cumbre también abordó la necesidad de que la próxima secretaria general de las Naciones Unidas sea una mujer latinoamericana. Sánchez mencionó a figuras como Michelle Bachelet y Rebeca Grynspan como posibles candidatas, lo que refleja un compromiso con la igualdad de género y la representación en los espacios de toma de decisiones globales.
La cumbre de Santa Marta, a pesar de las ausencias notables de líderes europeos, subraya la importancia de la cooperación entre la CELAC y la UE en un momento en que el mundo enfrenta desafíos sin precedentes. La integración y el respeto mutuo son fundamentales para construir un futuro más estable y próspero para ambas regiones. En este sentido, el llamado de Sánchez a respetar el derecho internacional y resolver disputas de manera pacífica resuena como un mensaje claro y necesario en el contexto actual.
