La ex consellera de Justicia e Interior, Salomé Pradas, ha realizado declaraciones impactantes en relación a la gestión de la DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) que afectó a la Comunidad Valenciana. Su testimonio, presentado ante la magistrada que investiga la tragedia, apunta a una serie de negligencias por parte de organismos del Gobierno, incluyendo la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) y la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET).
Pradas comenzó su declaración señalando que la CHJ estuvo completamente ausente durante los momentos críticos de la emergencia. Afirmó que, a pesar de contar con datos sobre crecidas extraordinarias, el organismo no comunicó la gravedad de la situación en el Centro de Coordinación Operativa Integrado (CECOPI). Esta falta de acción se tradujo en una respuesta inadecuada ante la catástrofe.
Uno de los puntos más alarmantes que destacó fue que el Gobierno de España tenía la capacidad de declarar una emergencia nacional sin necesidad de autorización de la comunidad autónoma. Pradas subrayó que la DANA no solo afectó a la Comunidad Valenciana, sino también a otras regiones como Castilla-La Mancha y Andalucía, lo que justificaba una intervención estatal que nunca se llevó a cabo.
El retraso en la comunicación de alertas fue otro aspecto crítico que Pradas mencionó. Reveló que un correo electrónico que advertía sobre la gran crecida del barranco del Poyo llegó a las 18:43 horas, justo cuando la riada ya había causado estragos. Este retraso impidió cualquier acción preventiva que pudiera haber mitigado el impacto de la tragedia.
Además, la ex consellera criticó a la AEMET por su pronóstico erróneo. Según Pradas, la agencia había estimado lluvias de entre 150 y 180 litros, cuando en realidad algunas áreas recibieron hasta 800 litros. Este fallo en la predicción meteorológica complicó aún más la respuesta a la emergencia.
Otro punto que generó controversia fue la ausencia de la directora de Protección Civil, Virginia Barcones, quien se encontraba en Brasil el día de la DANA. Pradas expresó su incredulidad ante esta situación, considerando que la máxima responsable de la protección civil debería haber estado presente durante la crisis.
La ex consellera también mencionó que el Gobierno no propuso el uso del sistema de alertas ES-Alert a nivel nacional, lo que podría haber facilitado una mejor coordinación en la gestión de la emergencia. En su defensa, Pradas argumentó que la gestión autonómica de las alertas no fue tardía ni errónea, ya que se enviaron avisos cuando se consideró necesario.
Pradas hizo hincapié en que si se hubieran ejecutado las obras prometidas en los barrancos afectados, el impacto de la DANA podría haber sido significativamente menor. Esta afirmación pone de relieve la falta de inversión en infraestructuras que podrían haber salvado vidas.
La ex consellera también abordó el concepto de ‘mando único’, aclarando que este término ya no existe legalmente. Explicó que la actual ley estatal de protección civil establece una dirección colegiada y coordinada entre las distintas administraciones, lo que contradice la idea de un mando único.
Finalmente, Pradas reveló que la CHJ había emitido alertas contradictorias sobre la presa de Forata, lo que generó confusión y complicó aún más la gestión de la crisis. La sucesión de avisos contradictorios, que variaban en el tiempo de respuesta y en la gravedad de la situación, evidenció la falta de coordinación entre los diferentes organismos involucrados.
Las declaraciones de Salomé Pradas han puesto en tela de juicio la gestión del Gobierno durante la DANA, revelando una serie de fallos que podrían haber contribuido a la magnitud de la tragedia. Su testimonio destaca la necesidad de una revisión exhaustiva de los protocolos de emergencia y la importancia de una comunicación efectiva entre las distintas entidades responsables en situaciones de crisis.