La situación actual de Muface, la Mutualidad General de Funcionarios Civiles del Estado, ha generado un cambio significativo en la elección de atención sanitaria entre los empleados públicos de Extremadura. A pesar de que el acuerdo con las aseguradoras Adeslas y Asisa garantiza la continuidad del modelo de asistencia privada hasta 2027, la incertidumbre que ha rodeado a este sistema ha llevado a un aumento notable en el número de mutualistas que optan por el Servicio Extremeño de Salud (SES).
En el último año, desde abril de 2024 hasta abril de 2025, se han registrado 1,626 cambios de mutualistas hacia el SES, lo que representa un incremento considerable en comparación con los 507 cambios que se produjeron durante todo el año 2024. Este aumento se ha visto especialmente marcado en los primeros meses de 2025, donde casi 600 mutualistas realizaron el cambio solo en enero, lo que equivale a casi cuatro veces más que en el mismo mes del año anterior.
La crisis de Muface ha generado un clima de incertidumbre que ha influido en la decisión de muchos empleados públicos de abandonar la sanidad privada. Actualmente, más de 14,100 mutualistas en Extremadura han optado por el SES, lo que representa aproximadamente un tercio del total de mutualistas en la región. Este cambio es significativo, ya que en 2022, solo 10,208 mutualistas habían elegido la sanidad pública, lo que indica un aumento del 28% en la preferencia por el sistema público en la actualidad.
Los funcionarios son automáticamente adscritos a Muface y deben elegir anualmente entre atención sanitaria privada o pública. Sin embargo, este año se prevé un cambio en el proceso de elección. El nuevo concierto, que mantendrá a Adeslas y Asisa como proveedores, se firmará después de Semana Santa y entrará en vigor en mayo. Esto abrirá un nuevo plazo para que los mutualistas realicen cambios, tanto voluntarios como forzosos, especialmente para aquellos que aún están adscritos a DKV, que no ha renovado su contrato.
La incertidumbre sobre la renovación del contrato con las aseguradoras ha sido un factor determinante en la decisión de muchos mutualistas. En marzo, el Ministerio de Sanidad planteó la posibilidad de suprimir el sistema Muface, lo que habría llevado a un aumento en las listas de espera y en el gasto farmacéutico, entre otras consecuencias. Sin embargo, esta situación se ha resuelto con la aprobación de un nuevo acuerdo que garantiza la continuidad del sistema, aunque con un aumento del 40% en las primas respecto al contrato anterior.
La crisis de Muface ha puesto de manifiesto la preferencia de los empleados públicos por la sanidad pública, especialmente en un contexto donde la incertidumbre y las dudas sobre el futuro del sistema privado han sido constantes. La tendencia hacia la sanidad pública podría continuar, dependiendo de cómo se desarrollen los acontecimientos en torno a Muface y su relación con las aseguradoras.
En resumen, la crisis de Muface ha llevado a un cambio significativo en la elección de atención sanitaria entre los empleados públicos en Extremadura, con un aumento notable en el número de mutualistas que optan por el SES. Este fenómeno refleja no solo la incertidumbre en torno a la continuidad del sistema privado, sino también una preferencia creciente por la sanidad pública entre los funcionarios de la región.