En un contexto donde la salud infantil y los hábitos alimentarios son cada vez más relevantes, el Gobierno español ha tomado una medida significativa para mejorar la nutrición en las escuelas. El pasado martes, el Consejo de Ministros aprobó el Real Decreto de Comedores Escolares Saludables y Sostenibles, una normativa que busca transformar la alimentación en los centros educativos. Esta iniciativa tiene como objetivo combatir la obesidad infantil y fomentar hábitos alimentarios saludables desde la infancia.
La nueva normativa establece la obligatoriedad de ofrecer cinco comidas saludables a la semana en todos los centros escolares, ya sean públicos, concertados o privados, que imparten educación infantil, primaria, secundaria obligatoria, bachillerato o ciclos de formación profesional de grado básico o medio. Esto implica la prohibición de servir bebidas azucaradas y bollería industrial en los comedores escolares, promoviendo así una dieta más equilibrada y nutritiva para todo el alumnado.
La importancia de esta medida se hace evidente al considerar los datos del estudio ALADINO 2023, que revelan que más del 36% de los niños de entre seis y nueve años en España presentan exceso de peso. Esta problemática es aún más grave en familias con menores ingresos, lo que resalta la necesidad de reducir las desigualdades en el acceso a una alimentación saludable. La nueva normativa busca asegurar que todos los estudiantes, independientemente de su situación económica, tengan acceso a una alimentación adecuada en el entorno escolar.
Para entender mejor el impacto de esta medida, es fundamental conocer qué son los alimentos ultraprocesados y cómo afectan a nuestra salud. Los alimentos ultraprocesados son productos industriales que han sido sometidos a múltiples procesos y contienen ingredientes poco comunes en la cocina doméstica, como colorantes, saborizantes, emulsionantes y otros aditivos. Según el sistema de clasificación NOVA, desarrollado por el investigador brasileño Carlos Monteiro, estos alimentos incluyen productos como refrescos, snacks empaquetados, bollería industrial, cereales azucarados y comidas preparadas. Su consumo habitual se asocia con un mayor riesgo de enfermedades crónicas, como obesidad, diabetes tipo 2 y enfermedades cardiovasculares.
Carlos Ríos, dietista-nutricionista y creador del movimiento «Realfooding», ha sido una voz destacada en la promoción de una alimentación basada en comida real y la reducción del consumo de ultraprocesados. Ríos advierte que estos productos, debido a su alta palatabilidad y bajo valor nutricional, pueden generar adicción y desplazar el consumo de alimentos saludables. En una entrevista, enfatizó que «hay que reducir el consumo de ultraprocesados por debajo del 10% de la dieta», destacando que una alimentación basada en alimentos frescos y mínimamente procesados contribuye a la pérdida de grasa y mejora la salud general.
Guillermo Rodríguez Navarrete, otro nutricionista destacado, compara la industria de los ultraprocesados con la de los cigarrillos, afirmando que emplean las mismas estrategias para crear adicción. En una entrevista, aseguró que «si tú quitas los ultraprocesados y dejas a la gente comiendo comida real, mínimo 7 de cada 10 enfermedades se van». Esta afirmación subraya la necesidad de una alimentación más consciente y saludable.
Reducir el consumo de ultraprocesados puede tener un impacto positivo en el cuerpo. Al dejar de consumir estos productos, se puede experimentar una mejora en la regulación del apetito, una mayor sensación de saciedad y una reducción en la ingesta calórica total. Esto se traduce en una pérdida de peso gradual y sostenible, una mejora en los niveles de energía y una disminución del riesgo de enfermedades metabólicas. Además, al centrarse en alimentos reales, como frutas, verduras, legumbres y proteínas de calidad, se mejora la microbiota intestinal, se fortalecen las defensas del organismo y se promueve un estado de bienestar general.
Carlos Ríos destaca que muchas personas que adoptan el «Realfooding» experimentan una pérdida de peso sin proponérselo, simplemente al mejorar la calidad de su alimentación. La reciente aprobación del Real Decreto de Comedores Escolares Saludables y Sostenibles representa un avance significativo en la promoción de hábitos alimentarios saludables desde la infancia. Al prohibir la bollería industrial y las bebidas azucaradas en los comedores escolares, se da un paso importante hacia la reducción del consumo de ultraprocesados entre los más jóvenes. La perspectiva de expertos como Carlos Ríos y Guillermo Rodríguez Navarrete refuerza la importancia de una alimentación basada en comida real y la necesidad de reducir la presencia de ultraprocesados en nuestra dieta. Al adoptar estos cambios, no solo mejoramos nuestra salud individual, sino que también contribuimos a la creación de una sociedad más saludable y consciente de la importancia de una buena nutrición.