La radioterapia es un tratamiento fundamental en la lucha contra el cáncer, utilizando radiación de alta energía para destruir células cancerosas y reducir tumores. Este enfoque se basa en la capacidad de las radiaciones ionizantes para dañar el ADN de las células malignas, impidiendo su reproducción y provocando su muerte. Existen dos tipos principales de radioterapia: la externa, que se aplica desde fuera del cuerpo, y la interna, conocida como braquiterapia, que implica la colocación de una fuente de radiación directamente en o cerca del tumor.
Sin embargo, a pesar de su eficacia, la radioterapia puede provocar efectos secundarios, ya que también afecta a células sanas. Estos efectos varían según la zona tratada, la dosis y la duración del tratamiento, e incluyen fatiga, irritación de la piel y otros síntomas específicos.
En el contexto del cáncer de páncreas, que se prevé que afecte a casi 10,000 personas en España en 2024, la detección temprana es crucial. Este tipo de cáncer es conocido por su alta letalidad, con una tasa de supervivencia a cinco años inferior al 10%. La mayoría de los diagnósticos se realizan en etapas avanzadas, lo que complica el tratamiento.
La radioterapia adaptativa ha surgido como una solución innovadora que ajusta el tratamiento en tiempo real, teniendo en cuenta los cambios en el tamaño o la posición del tumor. Esto es especialmente relevante para el cáncer de páncreas, donde la precisión en el tratamiento puede marcar la diferencia en la supervivencia del paciente. La radioterapia adaptativa permite a los médicos adaptar la dosis de radiación a medida que el tumor cambia, lo que minimiza el daño a los tejidos sanos circundantes.
El doctor Felipe Couñago, director médico de GenesisCare España en oncología radioterápica, destacó en un reciente encuentro sobre el cáncer de páncreas que el uso de tecnologías como el MRIdian® MR Linac, que combina radioterapia adaptativa con resonancia magnética, ha mostrado un potencial significativo para aumentar la supervivencia en pacientes con cáncer de páncreas irresecable o en el límite de ser operable. Esta tecnología permite visualizar el tumor en tiempo real, ajustando la radiación a los movimientos naturales del paciente, como la respiración, lo que reduce el daño a los tejidos sanos y permite aumentar la dosis de radiación.
A pesar de estos avances, la Asociación Cáncer de Páncreas (ACANPAN) subraya la necesidad de seguir visibilizando esta enfermedad compleja y con una alta tasa de mortalidad. En sus diez años de existencia, han promovido la investigación y el desarrollo de tratamientos más efectivos, pero aún queda mucho por hacer. La concienciación y el apoyo a la investigación son fundamentales para mejorar la calidad de vida de los pacientes y desarrollar mejores tratamientos.
La radioterapia adaptativa representa un avance significativo en el tratamiento del cáncer de páncreas, ofreciendo esperanza a los pacientes que enfrentan esta enfermedad devastadora. A medida que la tecnología continúa evolucionando, es probable que se desarrollen nuevas estrategias que mejoren aún más los resultados y la calidad de vida de quienes padecen esta enfermedad. La combinación de tratamientos innovadores y un enfoque integral en el cuidado del paciente son esenciales para enfrentar los retos que presenta el cáncer de páncreas y mejorar las perspectivas de supervivencia.