La Semana Santa en Sevilla es un evento que trasciende la mera devoción religiosa, convirtiéndose en un espectáculo que requiere un esfuerzo físico considerable por parte de quienes participan en las procesiones. Entre ellos, los costaleros desempeñan un papel fundamental, ya que son los encargados de portar las imágenes de las cofradías. Este año, la cuadrilla de Montesión ha estado bajo la tutela de Víctor Salas, un exfutbolista del Sevilla y actual entrenador personal, quien ha implementado un programa de preparación física específico para optimizar su rendimiento y prevenir lesiones.
La preparación de los costaleros no es un asunto trivial. Cada uno de ellos debe soportar un peso considerable, que puede alcanzar hasta 1.890 kilos en el caso del misterio de la Sagrada Oración en el Huerto de Nuestro Señor Jesucristo. Esto significa que cada costalero carga entre 30 y 35 kilos, dependiendo de la situación y el recorrido. Por ello, la preparación física se convierte en un aspecto crucial para garantizar que puedan llevar a cabo su labor sin contratiempos.
Víctor Salas ha diseñado un programa que incluye ejercicios correctivos y preventivos, enfocados en las áreas más vulnerables del cuerpo, como la zona lumbar, las rodillas y las cervicales. «Es fundamental que los costaleros cuiden su alimentación y se mantengan en forma, especialmente aquellos que participan en varias cofradías», señala Salas. La preparación física se ha intensificado en los últimos años, pasando de ser una actividad informal a un entrenamiento estructurado y profesional.
El capataz de la cuadrilla, Elías Salamanca, ha destacado la importancia de esta preparación, mencionando que hoy en día los costaleros son más conscientes de la necesidad de cuidarse. «Antes, muchos de ellos eran trabajadores de carga y descarga, pero ahora se entrenan en el gimnasio y se preparan de manera más rigurosa», explica. Este cambio ha permitido que los costaleros puedan afrontar el peso de las imágenes con mayor eficacia y menor riesgo de lesiones.
El programa de entrenamiento incluye una variedad de ejercicios que fortalecen diferentes grupos musculares. Desde el remo y la tracción para reforzar la musculatura de la espalda, hasta ejercicios de peso muerto y sentadillas para fortalecer la zona baja de la espalda y las piernas. Además, se incorporan ejercicios para trabajar los glúteos y el abdomen, lo que ayuda a reducir el riesgo de lesiones lumbares. Las dominadas son otro ejercicio clave, ya que fortalecen la espalda y los trapecios, esenciales para soportar el peso de las imágenes.
La preparación no se limita solo a los ejercicios físicos. Salas también enfatiza la importancia de los cuidados fisioterapéuticos, que incluyen tratamientos de crioterapia y presoterapia, así como el uso de pistolas de percusión para la recuperación muscular. Estos métodos son cada vez más accesibles y se han vuelto esenciales para prevenir lesiones y mejorar la recuperación de los costaleros.
Elías Salamanca ha compartido su experiencia sobre la evolución de la preparación de los costaleros. «Hoy en día, se preparan a un nivel muy alto. Antiguamente, no se cuidaban tanto y no tenían un enfoque profesional. Ahora, se dan cuenta de que una buena preparación puede alargar su carrera como costaleros», afirma. Esta transformación ha permitido que los costaleros no solo realicen su labor con mayor eficacia, sino que también disfruten de una experiencia más gratificante durante las procesiones.
La Semana Santa es un momento de gran significado para los costaleros, y su preparación física es un reflejo del compromiso y la dedicación que ponen en su labor. Gracias a entrenadores como Víctor Salas, los costaleros de Montesión están mejor equipados para enfrentar el desafío que representa portar las imágenes durante las largas horas de la procesión del Jueves Santo. La combinación de esfuerzo físico, cuidado personal y entrenamiento profesional es lo que permite que esta tradición se mantenga viva y se celebre con el fervor que merece.