La reciente subida de los tipos de interés ha tenido un efecto significativo en las retenciones del capital mobiliario en España, alcanzando cifras que no se veían desde 2009. Según un informe de la Agencia Tributaria, las retenciones por rentas de capital mobiliario se dispararon hasta los 5.468 millones de euros en 2024, lo que representa un aumento del 40,8% en comparación con el año anterior. Este incremento se atribuye principalmente a la mejora en la remuneración de las cuentas bancarias y el aumento de los dividendos.
El informe destaca que este crecimiento en las retenciones se produce tras un 2023 en el que ya se había registrado un aumento del 26,7%. Las cifras actuales son comparables a las de 2009, justo antes de la caída de los tipos de interés, aunque aún no alcanzan el pico de 2008, que fue de 6.169 millones de euros.
Las retenciones sobre el capital mobiliario incluyen ingresos de renta fija, depósitos, Letras del Tesoro y seguros de vida. Además, se han registrado aumentos significativos en las retenciones sobre ganancias patrimoniales derivadas de fondos de inversión, que alcanzaron los 881 millones de euros, un 69,6% más que el año anterior. Las retenciones por arrendamientos, especialmente de locales, también mostraron un crecimiento del 5,8%, alcanzando los 2.242 millones de euros.
Es importante señalar que estos datos se refieren únicamente a las retenciones y no reflejan las rentas generadas ni la tributación total, que se determina durante la campaña de la renta. En 2023, los españoles declararon un total de 84.587 millones de euros en rentas del capital, desglosadas en 24.053 millones en capital mobiliario, 29.872 millones en arrendamientos y 30.663 millones en ganancias patrimoniales.
El ejercicio 2024 se cerró con una recaudación tributaria récord de 294.734 millones de euros, lo que representa un aumento del 8,4% respecto a 2023. Este crecimiento se ha visto impulsado tanto por el buen desempeño de las rentas del trabajo como por los mayores beneficios empresariales. La recaudación por IRPF aumentó un 7,6%, alcanzando los 129.408 millones de euros, gracias al aumento del empleo y las subidas salariales, así como al repunte de tipos asociado a estas mayores rentas de los hogares, que se estima que crecieron un 8,5%.
A pesar de este aumento en los ingresos por IRPF, se implementaron reducciones para las rentas más bajas, lo que resultó en una merma de 1.445 millones de euros. En el ámbito empresarial, la recaudación del impuesto de sociedades también mostró un crecimiento, alcanzando los 39.096 millones de euros, un 11,5% más que el año anterior. Este aumento se atribuye a la buena marcha de los beneficios, que la Agencia estima que crecieron un 13%, a pesar de que ciertos cambios normativos erosionaron los ingresos.
En cuanto al IVA, la recaudación alcanzó los 90.541 millones de euros, un 7,9% más, impulsada por el aumento del gasto y la recuperación de tipos en el ámbito energético, que generaron ingresos adicionales de 1.159 millones de euros. Además, se han recuperado ingresos de otros impuestos, como el impuesto de generación eléctrica y el impuesto especial de electricidad, que sumaron 876 millones y 961 millones de euros, respectivamente.
En resumen, la subida de tipos de interés ha tenido un impacto notable en las retenciones del capital mobiliario, llevando a cifras que no se veían desde hace más de una década. Este fenómeno refleja no solo la evolución del mercado financiero, sino también la respuesta de los contribuyentes y la administración tributaria ante un entorno económico en constante cambio.