La Semana Santa, una de las festividades más significativas del cristianismo, es un periodo de reflexión y simbolismo para millones de creyentes en todo el mundo. En 2026, esta celebración se llevará a cabo del 29 de marzo al 5 de abril, marcando una semana llena de espiritualidad, liturgia y tradiciones que se repiten con fervor cada año. Más allá de su dimensión religiosa, la Semana Santa también tiene un fuerte impacto cultural y social, convirtiéndose en una ocasión para viajar, reencontrarse con la familia y desconectar de la rutina diaria.
La Semana Santa comienza el Domingo de Ramos, el 29 de marzo de 2026, un día que conmemora la entrada triunfal de Jesucristo en Jerusalén. Este evento es celebrado con la bendición de ramos en muchas parroquias, donde los fieles conservan estos ramos como símbolo de protección durante todo el año. Este día es un símbolo de esperanza, aunque también anticipa la traición y el sufrimiento que se avecinan.
El Lunes Santo, que caerá el 30 de marzo, es una jornada de preparación espiritual. Este día recuerda la unción de Jesús en Betania y, en algunas regiones, se llevan a cabo procesiones dedicadas a imágenes que representan momentos específicos de la pasión. La atmósfera se torna más introspectiva, dejando atrás el tono festivo del Domingo de Ramos.
El Martes Santo (31 de marzo) y el Miércoles Santo (1 de abril) continúan con el camino de recogimiento y reflexión. Durante estas jornadas, se rememoran escenas significativas, como la traición de Judas y la negación de Pedro. Las procesiones en estos días son más sobrias y a menudo se celebran en silencio, profundizando en el dolor humano y el drama que está por estallar.
Los días más importantes de la Semana Santa comienzan con el Jueves Santo (2 de abril), que conmemora la Última Cena. Este día tiene un carácter profundamente sacramental, ya que se instituye la Eucaristía y el sacerdocio. En muchas iglesias, se realiza el rito del lavado de pies, simbolizando el servicio y la humildad de Cristo. La noche del Jueves Santo se celebra la «Hora Santa», un momento de oración y adoración frente al Santísimo, evocando la vigilia de Jesús en el Huerto de los Olivos.
El Viernes Santo (3 de abril) es considerado uno de los días más solemnes del calendario cristiano. Este día recuerda la crucifixión y muerte de Jesús, y no se celebra misa; en su lugar, se lleva a cabo la Liturgia de la Pasión del Señor. Este día es de ayuno, penitencia y reflexión, y las procesiones suelen ser las más multitudinarias, representando de manera realista los momentos finales de Cristo.
El Sábado Santo (4 de abril) es un día de silencio y recogimiento, representando el tiempo en que el cuerpo de Jesús descansa en el sepulcro. La Iglesia se mantiene en oración, aguardando la Resurrección. Durante la noche, se celebra la Vigilia Pascual, la más importante de todas las celebraciones litúrgicas del año, donde se proclama la luz sobre la oscuridad y la vida sobre la muerte.
Finalmente, el Domingo de Resurrección (5 de abril) es el día más alegre para la cristiandad, celebrando la victoria de Jesús sobre la muerte. Este día marca el inicio del Tiempo Pascual, que se prolongará durante 50 días hasta Pentecostés. Se realizan misas festivas y una procesión del Resucitado, creando un ambiente de celebración que contrasta con la intensidad de los días anteriores.
La Semana Santa de 2026 no solo será un tiempo de reflexión espiritual, sino también una oportunidad para que las comunidades se reúnan y celebren sus tradiciones. Las festividades atraerán a miles de visitantes, convirtiendo a muchas ciudades en destinos turísticos vibrantes, donde la fe y la cultura se entrelazan en un espectáculo de devoción y arte.
Con cada día de esta semana, los fieles reviven la historia de la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo, reafirmando su fe y tradiciones en un contexto que trasciende lo religioso, convirtiéndose en un fenómeno cultural que une a las comunidades y celebra la esperanza y la renovación.