La longevidad es un tema que ha capturado la atención de investigadores y ciudadanos por igual. En la provincia de Cáceres, un número creciente de personas supera los 100 años, lo que plantea interrogantes sobre los factores que contribuyen a esta notable longevidad. Aunque la genética juega un papel fundamental, diversos estudios sugieren que los hábitos de vida, la alimentación y el entorno social son igualmente cruciales para alcanzar una vida larga y saludable.
La dieta tradicional de los pueblos cacereños, rica en productos frescos y locales, junto con un estilo de vida activo, parece ser un factor determinante. En muchas de estas comunidades rurales, el ritmo de vida es más pausado, lo que permite a sus habitantes disfrutar de una existencia menos estresante. Este enfoque hacia la vida, que prioriza la salud física y mental, se traduce en una mayor esperanza de vida.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), a principios de 2024, Cáceres contaba con 199 centenarios, de los cuales 137 eran mujeres y 62 hombres. La tasa de centenarios en la provincia es de 51,36 por cada 100.000 habitantes. Además, la esperanza de vida al nacer en 2022 fue de 83,42 años, un ligero aumento respecto al año anterior. Las mujeres, en promedio, viven más que los hombres, con una esperanza de vida de 85,91 años frente a 80,64 años para ellos.
Entre los centenarios más destacados de la región, encontramos a Jesús Redondo Bermejo y Juan Cobos Sánchez, ambos con 109 años, y Milagros Agustina González Nieto, quien tiene 108 años. Estos individuos no solo representan un número, sino que son testimonios vivientes de una época y un estilo de vida que han perdurado a lo largo de los años. La comunidad de Facebook ‘Extremeños Centenarios’ juega un papel importante al celebrar y recordar a estos longevos, creando un sentido de pertenencia y reconocimiento.
La vida activa es un denominador común entre muchos de estos centenarios. Lucio Fernández Cortijo, conocido como ‘Tío Castor’, sigue disfrutando de actividades como jugar a las cartas y pasear a sus 106 años. Su filosofía de vida es simple: «no parar por casa». Por otro lado, Cándida García Jerez, también de 106 años, ha dedicado su vida al campo, cuidando de huertos y animales, lo que refleja la conexión con la tierra que caracteriza a muchos habitantes de la región.
A medida que el número de centenarios aumenta, surgen nuevos desafíos para los servicios sociales y sanitarios. La creciente población de personas mayores requiere una reevaluación de cómo se gestionan las pensiones y los cuidados de larga duración. Este fenómeno no solo es un hito individual, sino que tiene implicaciones sociales significativas, ya que la sociedad debe adaptarse a una población que envejece de manera diferente a las generaciones anteriores.
La longevidad en Cáceres no es solo una cuestión de años acumulados, sino de experiencias vividas. Cada centenario guarda en su memoria historias de épocas pasadas, de cambios sociales y culturales que han marcado su existencia. Esta riqueza de vivencias es un legado invaluable que puede ofrecer lecciones sobre la vida, la resiliencia y la importancia de mantener una actitud positiva.
En conclusión, la combinación de una dieta saludable, un estilo de vida activo y un entorno social sólido parece ser la clave para la longevidad en Cáceres. A medida que la provincia continúa envejeciendo, es esencial que se reconozcan y se valoren estos factores, no solo para mejorar la calidad de vida de los mayores, sino también para inspirar a las generaciones más jóvenes a adoptar hábitos que promuevan una vida larga y saludable.