La reciente reunión multilateral en Londres, destinada a discutir el futuro de Ucrania, ha sido marcada por la inesperada cancelación de la asistencia del Secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio. Este evento, que se llevó a cabo el 23 de abril de 2025, tenía como objetivo principal abordar los pasos a seguir en el conflicto ucraniano, incluyendo la posibilidad de un alto el fuego que garantizara la paz a largo plazo en la región. Sin embargo, la ausencia de Rubio ha llevado a una reconfiguración de la cita, que ahora contará con representantes de menor rango de Estados Unidos, Reino Unido, Ucrania, Francia y Alemania.
El Ministerio de Exteriores británico había elevado las expectativas para este encuentro, pero la falta del máximo responsable de la diplomacia estadounidense ha obligado a los organizadores a ajustar sus planes. En lugar de Rubio, la delegación estadounidense será liderada por el enviado especial a Ucrania, Keith Kellogg, quien ha presentado una propuesta final de paz a Ucrania. Esta propuesta incluye el reconocimiento oficial de Crimea como parte del territorio ruso y la cesión a Moscú de las zonas actualmente ocupadas en el este de Ucrania. Sin embargo, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha rechazado de manera contundente esta oferta, afirmando que «no hay nada de qué hablar» y que cualquier acuerdo que implique la cesión de territorio violaría la constitución ucraniana.
La administración estadounidense ha decidido priorizar las conversaciones que se llevarán a cabo en Moscú entre el enviado especial de Trump, Steve Witkoff, y el presidente ruso, Vladímir Putin. Según informes, Rusia estaría dispuesta a suavizar sus demandas en las negociaciones, aceptando mantener la línea del frente actual en Ucrania, siempre y cuando Washington reconozca su soberanía sobre Crimea. En una reciente comparecencia, el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, destacó que aún queda mucho trabajo por hacer antes de llegar a un acuerdo y reiteró el rechazo de Rusia a la posible presencia de tropas europeas en Ucrania.
A pesar de la ausencia de Rubio, las delegaciones presentes en Londres tienen la intención de avanzar en los detalles técnicos y dar un paso más hacia la resolución del conflicto. Rubio, a través de un mensaje en redes sociales, expresó su deseo de reprogramar su viaje al Reino Unido en los próximos meses, enfatizando la importancia de mantener el diálogo. Por su parte, el ministro de Exteriores británico, David Lammy, aseguró que las conversaciones continúan a buen ritmo y que tanto Estados Unidos como Ucrania y Europa están comprometidos en poner fin a la «invasión ilegal» de Putin.
En el marco de la reunión, el Ministerio de Exteriores británico confirmó la asistencia del ministro de Defensa ucraniano, Rustem Umerov, y del ministro de Exteriores, Andri Sibiga, así como del jefe de Gabinete de Zelenski, Andrii Yermak. Este último subrayó la importancia de trabajar hacia un alto el fuego completo e incondicional como primer paso hacia una solución duradera del conflicto. Lammy y el ministro de Defensa británico, John Healey, también tienen programados encuentros bilaterales con sus homólogos ucranianos, aunque se ha indicado que no se esperan anuncios significativos durante la reunión.
La situación en Ucrania sigue siendo crítica, y la falta de un acuerdo claro en las negociaciones internacionales podría prolongar el sufrimiento de la población civil. La comunidad internacional observa con atención los desarrollos en Londres y Moscú, esperando que se logren avances significativos que puedan conducir a una resolución pacífica del conflicto. La ausencia de figuras clave como Marco Rubio resalta la complejidad de las relaciones diplomáticas en este contexto, donde cada decisión puede tener repercusiones significativas en el futuro de Ucrania y en la estabilidad de la región en general.