La reciente decisión de Begoña Alfaro, líder de Podemos Navarra, de no optar a la reelección ha desencadenado una serie de reacciones y tensiones dentro del partido morado. Este movimiento se produce en un contexto donde Podemos ha visto una drástica reducción de su poder territorial tras las elecciones autonómicas de mayo de 2023. En esta ocasión, el partido perdió casi todas sus posiciones en diversas comunidades autónomas, quedando solo con una representación significativa en Navarra, donde la coalición Contigo Navarra, liderada por Alfaro, logró consolidarse como una excepción en medio de la debacle electoral.
La coalición, que incluye a Podemos, Izquierda Unida, Batzarre, Verdes Equo y Alianza Verde, se presentó bajo una nueva marca que ha sido vista como un modelo a seguir por la líder de Sumar, Yolanda Díaz. A pesar de la presión de la dirección estatal de Podemos, que busca mantener la marca del partido, Alfaro ha optado por fortalecer la coalición local, argumentando que es necesario garantizar una «unidad de acción» que responda a los intereses de la comunidad foral. Esta postura contrasta con la estrategia de la cúpula del partido, que parece más centrada en la consolidación de la marca a nivel estatal.
### La Tensión entre la Dirección Estatal y la Autonómica
La decisión de Alfaro de no presentarse a la reelección ha generado un clima de reproches entre la dirección estatal de Podemos y la federación navarra. Tras su anuncio, los tres consejeros navarros de la nueva dirección estatal, elegida en una asamblea reciente, hicieron un llamado a «fortalecer el partido» y a mantener una cuota de más del 50% en la coalición. Este comentario fue interpretado como una crítica directa a la gestión de Alfaro, quien ha liderado la federación durante los últimos cuatro años.
La respuesta de la dirección de Podemos Navarra no se hizo esperar. Emitieron un comunicado defendiendo la legitimidad de Alfaro y recordando que la coalición Contigo Navarra había sido respaldada por una amplia mayoría en las primarias. Este cruce de acusaciones ha puesto de manifiesto las grietas existentes en la organización territorial de Podemos, que se ha visto debilitada por la salida de varios de sus líderes en Navarra.
Alfaro, en una entrevista reciente, expresó su desacuerdo con el rumbo que ha tomado la dirección estatal del partido, no solo en términos de contenido, sino también en la forma en que se relacionan con sus aliados naturales. La líder autonómica ha dejado claro que no desea ser parte de las «guerras» internas que se libran en Madrid, ya que considera que Navarra no enfrenta problemas de funcionamiento que justifiquen este tipo de conflictos. Su intención de continuar al frente de Contigo Navarra sugiere un deseo de desvincularse de las dinámicas estatales y centrarse en las necesidades locales.
### La Descomposición del Poder Territorial de Podemos
La renuncia de Alfaro representa una pérdida significativa para Podemos, ya que es la única cuota de poder institucional que el partido ha logrado mantener en Navarra. La crisis territorial que enfrenta la formación es evidente, con la salida de figuras clave que han dejado un vacío en el liderazgo. La secretaria general, Ione Belarra, se encuentra en una situación complicada, ya que ha visto cómo varios de sus aliados han abandonado el barco, lo que pone en riesgo la cohesión del partido en la comunidad.
La situación se complica aún más con la falta de referencias de peso en la región. La salida de Eduardo Santos, quien fue consejero en la anterior legislatura, y de Idoya Villanueva, ex eurodiputada y figura prominente en el partido, ha dejado a Podemos sin un liderazgo fuerte en Navarra. Esta descomposición del poder territorial podría tener repercusiones a largo plazo en la capacidad del partido para competir en futuras elecciones.
La crisis en Podemos Navarra es un reflejo de las tensiones más amplias que enfrenta el partido a nivel nacional. La lucha por el control y la dirección del partido ha llevado a una fragmentación que podría resultar perjudicial en un contexto político cada vez más competitivo. La decisión de Begoña Alfaro de priorizar la coalición local sobre la marca estatal podría ser un indicativo de un cambio en la estrategia política de la izquierda en Navarra, donde las dinámicas locales parecen estar tomando precedencia sobre las decisiones tomadas en Madrid. La evolución de esta situación será crucial para el futuro de Podemos en la comunidad y su capacidad para mantener una base de apoyo sólida entre los votantes navarros.