Alberto Núñez Feijóo ha comenzado su gira por España con el objetivo de preparar el terreno para el congreso del Partido Popular (PP) que se celebrará en julio. Una de sus primeras paradas fue en Castelldefels, Cataluña, un lugar clave para el partido, no solo por ser el feudo de Alejandro Fernández, un líder regional con opiniones críticas hacia la dirección nacional, sino también por la controversia en torno a la oficialidad del catalán en Europa. La postura del PP sobre este tema ha generado tensiones en una comunidad donde el partido ha tenido históricamente una relación complicada con el idioma y la cultura local.
Durante su intervención en Castelldefels, Feijóo se mostró firme al afirmar que no aceptará lecciones sobre la defensa del catalán, ni de políticos de Madrid ni de la sede del PSOE en Ferraz. «A mí, de defender el catalán, no me van a dar clases», declaró, enfatizando su compromiso con la libertad lingüística en Cataluña. Sin embargo, su discurso también intentó desviar la atención de la controversia que rodea la oficialidad del catalán en las instituciones europeas, un tema que fue aplazado recientemente debido a la falta de consenso entre algunos países miembros de la UE.
El PP catalán, a través de su secretario general Santi Rodríguez, admitió haber contactado a varios Estados para discutir este asunto, aunque posteriormente se retractó de esta afirmación. Esta situación ha llevado a que algunos miembros del partido en Cataluña consideren que hubo un error en la comunicación. A pesar de la confusión, Feijóo no se ha manifestado abiertamente en contra de la posibilidad de que el catalán sea reconocido oficialmente en Europa, lo que ha dejado a muchos preguntándose cuál es realmente la posición del PP sobre este tema.
En su discurso, Feijóo también se dirigió al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, advirtiéndole que no aceptará que le dé lecciones sobre la defensa del gallego, otra lengua que busca su oficialidad en Europa. «Ahora resulta que este tío va a defender más el gallego que yo», afirmó, recordando su trayectoria como presidente de Galicia, donde promovió el uso del gallego junto al español. Esta declaración subraya la complejidad de la situación lingüística en España, donde varias lenguas coexisten y buscan reconocimiento en diferentes niveles de gobierno.
Feijóo insistió en que la libertad lingüística debe ser prioritaria en Cataluña antes de abordar el tema en el contexto europeo. «Primero, libertad lingüística en Cataluña, y luego en Europa. Después hablamos de lo que queráis», afirmó, dejando claro que su enfoque es defender los derechos lingüísticos de los ciudadanos catalanes antes de considerar la oficialidad en el ámbito europeo. Esta postura refleja una estrategia política que busca conectar con los votantes catalanes, quienes pueden sentirse desatendidos por las decisiones tomadas en Madrid.
El debate sobre la oficialidad del catalán en Europa ha sido un tema candente en la política española, especialmente en el contexto de las elecciones y la creciente presión por parte de algunos sectores para que se reconozcan las lenguas cooficiales en el ámbito europeo. La falta de unanimidad entre los Estados miembros de la UE ha complicado aún más este asunto, lo que ha llevado a que partidos como el PP se enfrenten a decisiones difíciles sobre cómo posicionarse sin alienar a sus bases.
A medida que se acerca el congreso del PP, es probable que Feijóo continúe abordando estos temas en sus discursos y apariciones públicas. La manera en que maneje la cuestión de la oficialidad del catalán, así como su relación con otros idiomas cooficiales, será crucial para su éxito en el congreso y en las futuras elecciones. La política lingüística en España no solo es un tema de identidad cultural, sino que también tiene implicaciones significativas para la cohesión política y social en el país.
En este contexto, la figura de Feijóo se presenta como un mediador entre las demandas de los votantes catalanes y la necesidad de mantener una postura coherente a nivel nacional. Su capacidad para navegar estas aguas turbulentas será fundamental para el futuro del PP en Cataluña y en el resto de España. La defensa de la libertad lingüística y la oficialidad de las lenguas cooficiales en Europa se ha convertido en un tema central que podría definir el rumbo del partido en los próximos años.