La vida política en Europa ha experimentado cambios significativos en los últimos años, y dos figuras que han captado la atención son Diego Solier y Nora Junco. Ambos eurodiputados, que se presentaron a las elecciones europeas bajo la agrupación de electores Se Acab La Fiesta (SALF), han decidido distanciarse de su anterior líder, Alvise Pérez, y han comenzado a forjar su propio camino en el Parlamento Europeo. En una reciente entrevista, compartieron sus experiencias y reflexiones sobre su trayectoria política y sus objetivos futuros.
El camino hacia la política
Diego Solier, originario de Valencia, y Nora Junco, de Madrid, llevaban vidas profesionales alejadas de la política antes de unirse a SALF. Solier trabajaba como director de tecnología en una multinacional, mientras que Junco dirigía su propia empresa de comunicación y marketing. Sin embargo, la creciente preocupación por la corrupción en el gobierno de Pedro Sánchez los llevó a involucrarse en la política. «Todo lo que promulga la anticorrupción me parece fantástico», comentó Junco, refiriéndose a su decisión de ayudar a Alvise Pérez en su campaña electoral. Por su parte, Solier se sintió motivado por la necesidad de hacer algo diferente por su país, impulsado por valores de honestidad y esfuerzo.
A pesar de sus expectativas modestas, la agrupación logró obtener tres escaños en el Parlamento Europeo, lo que sorprendió a ambos eurodiputados. Junco, quien inicialmente se mostró escéptica sobre sus posibilidades, se encontró en una posición inesperada, lo que la llevó a reflexionar sobre su papel como representante del pueblo español. «Una vez que lo meditas, te haces a la idea y llegas a la conclusión de que es un servicio público», afirmó.
El distanciamiento de Alvise Pérez
La relación entre Solier, Junco y Alvise Pérez se ha deteriorado desde su éxito electoral. A medida que los eurodiputados comenzaron a tomar decisiones políticas independientes, surgieron diferencias significativas en sus enfoques. Uno de los puntos de quiebre fue la votación a favor del Plan de Rearme de la UE, que Pérez criticó. Junco y Solier afirmaron que nunca recibieron directrices claras de Pérez sobre los principios de su proyecto, lo que les permitió actuar de acuerdo a sus convicciones.
«Nosotros le pedimos varias veces marcar un framework, tener un ideario para poder trabajar con autonomía suficiente para poder hacer cosas. Y eso nunca llegó», explicó Solier. Esta falta de dirección y la inconsistencia en las decisiones de Pérez llevaron a un distanciamiento que se hizo evidente en el Parlamento Europeo. Ambos eurodiputados han dejado claro que no se consideran parte de ningún partido político y que su compromiso es con los valores que representan.
La nueva etapa en el ECR
Desde su entrada al grupo europeo ECR, presidido por Giorgia Meloni, Solier y Junco han encontrado un nuevo espacio para desarrollar su trabajo político. La decisión de unirse a este grupo fue estratégica, ya que les permite tener un mayor impacto en la legislación europea. «Donde realmente tienes impacto es haciendo textos normativos», comentó Solier, subrayando la importancia de trabajar en colaboración con otros eurodiputados para lograr cambios significativos.
El ECR les ha brindado la oportunidad de trabajar en temas que consideran cruciales para España, como la defensa y la migración. Junco enfatizó que su objetivo es siempre priorizar los intereses de España, lo que les ha llevado a establecer relaciones de trabajo con eurodiputados de diferentes partidos españoles. «Intentamos acercar posturas; es trabajo parlamentario», afirmó.
A pesar de su distanciamiento de Pérez, Solier y Junco han mantenido una postura abierta hacia el diálogo y la colaboración con otros grupos políticos. Esto les ha permitido ser parte activa de las discusiones en el Parlamento Europeo y contribuir a la formulación de políticas que beneficien a España y a Europa en su conjunto.
Reflexiones sobre el futuro
A medida que Solier y Junco continúan su trayectoria en el Parlamento Europeo, han dejado claro que su compromiso con la política es firme. Ambos han expresado su deseo de seguir trabajando en proyectos que beneficien a la sociedad y que reflejen sus valores. Aunque no han tomado decisiones definitivas sobre su futuro político, están abiertos a nuevas oportunidades que les permitan seguir aportando al bienestar de su país.
«Siempre que esté aportando, eso me motiva», dijo Solier, dejando entrever que su pasión por la política y el servicio público sigue intacta. Junco, por su parte, también se mostró optimista sobre su papel en el ECR y su capacidad para influir en la política europea. Con una visión clara y un compromiso renovado, ambos eurodiputados están listos para enfrentar los desafíos que se presenten en su camino.