La instalación nuclear de Fordo, ubicada a 70 metros bajo tierra en Irán, se ha convertido en un punto focal de tensión internacional. Este complejo, considerado el más protegido del país, alberga cerca de 3,000 centrifugadoras que enriquecen uranio, lo que ha despertado la preocupación de varias naciones, especialmente de Estados Unidos e Israel. La capacidad de Fordo para enriquecer uranio a niveles cercanos a los necesarios para la fabricación de armas nucleares ha llevado a un aumento en las hostilidades y a una escalada de la retórica bélica en la región.
### La Bomba Rompebúnkeres: La Única Solución de EE.UU.
La única arma capaz de destruir la instalación de Fordo es la bomba conocida como «rompebunker», que pesa alrededor de 9,000 kilos y mide 6 metros de largo. Esta bomba, diseñada para penetrar estructuras subterráneas, es transportada exclusivamente por el bombardero B-2 de la Fuerza Aérea de EE.UU. Su diseño permite que la munición sobreviva a la penetración en el suelo, la roca o el hormigón antes de detonar, lo que la convierte en una herramienta única para atacar instalaciones altamente protegidas como Fordo.
La situación se ha vuelto más crítica tras el descubrimiento de uranio enriquecido al 83.7% en Fordo, un nivel alarmante que se aproxima al 90% necesario para la fabricación de armas nucleares. Este hallazgo fue reportado por el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) en marzo de 2023, lo que intensificó las preocupaciones sobre las intenciones nucleares de Irán. La instalación fue construida con la intención de evitar ataques, enterrándola a gran profundidad, lo que ha dificultado cualquier intento de ataque aéreo por parte de Israel, que carece de los bombarderos necesarios para llevar a cabo una misión de tal envergadura.
La necesidad de EE.UU. de actuar en este contexto se ha vuelto evidente. Durante una reciente cumbre del G7 en Canadá, el presidente de EE.UU. abandonó la reunión para regresar a Washington y abordar la crisis en Oriente Próximo. Este movimiento subraya la urgencia con la que la administración estadounidense está tratando de manejar la situación, especialmente después de que Israel lanzara un ataque sin precedentes contra Irán, lo que provocó una respuesta militar por parte de Teherán.
### La Escalada de Tensión en Oriente Próximo
La escalada de tensiones en Oriente Próximo ha sido palpable en las últimas semanas. Tras el ataque de Israel, que resultó en la muerte de más de 245 personas, Irán respondió con sus propios ataques, lo que ha llevado a un ciclo de represalias que preocupa a la comunidad internacional. La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, confirmó el regreso del presidente a EE.UU. en un mensaje en la red social X, destacando la urgencia de la situación. «Todos ven lo que yo veo, tengo que volver lo antes posible», declaró Trump, enfatizando la gravedad de la crisis.
La historia reciente de conflictos en la región también añade un contexto importante. En 1981, Israel llevó a cabo un ataque aéreo exitoso contra una instalación nuclear en Irak, lo que ha llevado a muchos a preguntarse si un ataque similar podría ser viable contra Fordo. Sin embargo, la diferencia en la ubicación y la profundidad de Fordo, junto con la sofisticación de sus defensas, hace que un ataque unilateral por parte de Israel sea extremadamente arriesgado y poco probable sin el apoyo de EE.UU.
La comunidad internacional observa con atención cómo se desarrollan los acontecimientos. La posibilidad de un conflicto armado en la región es una preocupación constante, y la capacidad de Irán para enriquecer uranio a niveles tan altos solo aumenta la urgencia de una solución diplomática. Sin embargo, las tensiones entre EE.UU. e Irán, así como la postura agresiva de Israel, complican aún más la situación.
La instalación de Fordo no solo representa un desafío militar, sino también un dilema político para las potencias occidentales. La presión sobre Irán para que detenga su programa nuclear se ha intensificado, pero las sanciones y la diplomacia han tenido un éxito limitado. La situación actual es un recordatorio de que la amenaza nuclear en Oriente Próximo sigue siendo una de las preocupaciones más apremiantes para la seguridad global.