En el contexto político actual de España, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha utilizado la estrategia del ‘y tú más’ para contrarrestar las acusaciones de corrupción que enfrenta su partido, el PSOE. Durante una reciente sesión de control en el Congreso, Sánchez se dirigió al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, señalando a varios dirigentes autonómicos del Partido Popular implicados en diversas causas. Sin embargo, su discurso ha sido objeto de análisis crítico, ya que incluye una mezcla de certezas, falsedades y medias verdades que merecen ser desglosadas.
La estrategia del ‘y tú más’ es un recurso retórico que busca desviar la atención de las acusaciones directas al señalar las faltas de la oposición. En este caso, Sánchez ha intentado presentar al PP como un partido plagado de corrupción, utilizando ejemplos de diferentes comunidades autónomas. Sin embargo, muchos de estos ejemplos no se sostienen al ser examinados con detalle.
### Acusaciones en la Comunidad de Madrid
Una de las afirmaciones más contundentes de Sánchez se centró en la Comunidad de Madrid, donde acusó al gobierno de Isabel Díaz Ayuso de estar bajo investigación por corrupción relacionada con el fraccionamiento de contratos en centros de Formación Profesional. Aunque esta acusación tiene un fundamento real, es importante destacar que no todas las afirmaciones de Sánchez son precisas. Por ejemplo, mencionó que el hermano de Ayuso estaba siendo investigado, pero la Fiscalía Europea archivó el caso en marzo de 2023, concluyendo que no había indicios suficientes de delito. Esto pone en entredicho la veracidad de las afirmaciones de Sánchez y sugiere que su discurso puede estar más orientado a la estrategia política que a la realidad de los hechos.
Además, Sánchez también hizo referencia a la situación del novio de Ayuso, quien está procesado por delitos de fraude fiscal y falsedad documental. Sin embargo, esta causa no está directamente relacionada con el gobierno de Ayuso, lo que complica aún más la narrativa que intenta construir el presidente del Gobierno. La única acusación que realmente afecta al Ejecutivo madrileño es la que se refiere al presunto fraccionamiento ilegal de contratos, que está siendo investigada por la posible comisión de un delito de prevaricación administrativa.
### La Situación en Andalucía y Otras Comunidades
En Andalucía, Sánchez acusó al presidente Juanma Moreno Bonilla de cesar a interventores que denunciaban casos de corrupción en el Servicio Andaluz de Salud. Esta afirmación tiene un trasfondo real, ya que efectivamente se produjeron ceses en el equipo de intervención. Sin embargo, el gobierno andaluz ha justificado estos cambios como parte de una reorganización interna, lo que deja abierta la interpretación sobre si realmente se trató de un intento de silenciar denuncias de corrupción.
En la Comunidad Valenciana, Sánchez apuntó a Carlos Mazón, acusándolo de estar investigado por corrupción relacionada con la financiación irregular del PP. Sin embargo, esta afirmación es incorrecta, ya que la única investigación en curso sobre financiación ilegal en la Comunidad Valenciana afecta al PSPV-PSOE, no al PP. Este tipo de errores en las acusaciones de Sánchez no solo debilitan su posición, sino que también generan confusión entre los ciudadanos sobre la realidad de la corrupción en el país.
Por otro lado, en Castilla y León, Sánchez mencionó casos de corrupción que, aunque ciertos, no corresponden a la gestión actual del presidente Alfonso Fernández Mañueco. Las condenas a exviceconsejeros por corrupción se produjeron en un periodo anterior a su mandato, lo que contradice la afirmación de que se estaba hablando del presente. Este tipo de manipulaciones temporales en la narrativa política son comunes, pero también son peligrosas, ya que pueden llevar a la desinformación.
Finalmente, en Galicia, Sánchez hizo referencia a un consejero que había sido denunciado por agresión sexual, lo cual es un hecho cierto. Sin embargo, este caso no está relacionado con la corrupción, lo que pone de manifiesto que la estrategia del ‘y tú más’ de Sánchez no siempre se sostiene en la realidad. La confusión entre diferentes tipos de delitos puede llevar a una percepción errónea de la situación política y judicial en el país.
La utilización de argumentos que mezclan verdades y falsedades en el discurso político no es nueva, pero en el contexto actual, donde la corrupción es un tema candente, es crucial que los ciudadanos tengan acceso a información clara y precisa. La política debe ser un espacio de debate y transparencia, y no un campo de batalla donde se utilicen las acusaciones de corrupción como armas arrojadizas. La responsabilidad de los líderes políticos es presentar la verdad de manera objetiva, sin distorsiones ni manipulaciones que puedan afectar la confianza pública en las instituciones.