La reciente declaración del presidente de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), Miguel Polo, ha puesto de manifiesto la complejidad de la gestión de emergencias en situaciones de crisis climática. Durante su comparecencia ante la jueza que investiga la dana que afectó a la región el 29 de octubre, Polo expuso que la CHJ había enviado un total de 24 correos electrónicos al Centro de Coordinación de Emergencias (CCE) de l’Eliana, advirtiendo sobre lluvias y caudales en momentos críticos. Sin embargo, la Generalitat ha cuestionado la efectividad de esta comunicación, señalando un supuesto apagón informativo que podría haber contribuido a la tragedia que dejó 202 víctimas fatales.
La importancia de la información en tiempo real es crucial en la gestión de emergencias. Según Polo, los datos sobre lluvias son fundamentales para anticipar y planificar la respuesta de protección civil. A pesar de esto, la Generalitat ha argumentado que durante un periodo crítico, entre las 16:13 y las 18:45 horas, solo se enviaron dos correos sobre el crecimiento del caudal en el barranco del Poyo, donde se produjeron la mayoría de las muertes. El primer correo informaba de un descenso en el caudal, mientras que el segundo alertaba sobre un incremento significativo, pero la información no fue suficiente para activar una respuesta adecuada.
### La Limitación de los Sensores de Caudal
Uno de los puntos más controvertidos de la declaración de Polo fue su crítica a los sensores de caudal instalados en la cuenca del Poyo. Según el presidente de la CHJ, estos sensores, que solo miden el caudal en tiempo real, no son herramientas efectivas para la prevención de inundaciones. En su opinión, el sensor ubicado en Riba-roja, que es el único en la cuenca, no proporciona información útil para anticipar crecidas peligrosas. Polo argumentó que el caudal elevado registrado apenas ofrece un margen de media hora para que las autoridades actúen, lo que limita drásticamente la capacidad de respuesta ante emergencias.
La cuenca del Poyo, que abarca 479 kilómetros cuadrados, presenta un recorrido corto de 40 kilómetros hasta desembocar en l’Albufera. Esto significa que cualquier incremento en el caudal puede tener consecuencias devastadoras en un tiempo muy breve. Polo enfatizó que la falta de un sistema de predicción, que permita anticipar las crecidas, es un grave obstáculo para la gestión de emergencias. La CHJ ha defendido que el Sistema de Alerta e Información Hidrológica (SAIH), implementado entre 1985 y 1989 tras las inundaciones de 1982, es un sistema de observación y no de predicción, lo que limita su utilidad en situaciones críticas.
### La Controversia Política y la Responsabilidad
La gestión de la emergencia del 29 de octubre ha suscitado un intenso debate político. El Partido Popular ha aprovechado las declaraciones de Polo para exigir su dimisión, argumentando que su falta de comunicación sobre el incremento del caudal en el barranco del Poyo fue un error grave. En la reunión del Cecopi, el centro de coordinación operativo integrado, Polo no mencionó el aumento del caudal, lo que ha llevado a cuestionar su capacidad para gestionar situaciones de crisis.
Desde la Generalitat, se ha señalado una contradicción entre las declaraciones de Polo y las del jefe de climatología de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). Mientras que Polo afirmó haber solicitado el envío de un mensaje de alerta antes de las 18 horas, el representante de Aemet declaró que no se había discutido el envío del mensaje Es Alert hasta después de esa hora. Esta discrepancia ha alimentado las críticas hacia la CHJ y ha puesto en entredicho la coordinación entre las diferentes entidades responsables de la gestión de emergencias.
La jueza que investiga la dana también ha solicitado información adicional sobre las comunicaciones realizadas durante los días críticos, lo que podría arrojar más luz sobre la gestión de la crisis. La situación se complica aún más con el reconocimiento de la nonata Scarlett como víctima del desastre, lo que eleva el número total de fallecidos a 229, un recordatorio trágico de la magnitud de la tragedia.
La gestión de emergencias en situaciones de crisis climática es un tema que requiere atención urgente. La falta de un sistema de predicción efectivo y la necesidad de mejorar la comunicación entre las distintas entidades son aspectos que deben ser abordados para evitar que tragedias como la del 29 de octubre se repitan en el futuro. La responsabilidad de garantizar la seguridad de la población recae en múltiples actores, y es fundamental que se establezcan protocolos claros y efectivos para la gestión de emergencias.