La reciente Junta de Accionistas de Coca-Cola Europacific Partners (CCEP) ha puesto de manifiesto la creciente tensión entre los accionistas y la familia Daurella, quienes controlan una parte significativa de la compañía. En esta reunión, se aprobó nuevamente una dispensa que permite a Olive Partners, la sociedad controlada por los Daurella, aumentar su participación en CCEP hasta el 40,10% sin necesidad de lanzar una oferta pública de adquisición (OPA). Este hecho ha generado un notable rechazo entre los accionistas, que han expresado su descontento de manera creciente en las últimas juntas.
### La Dispensa de Poder y su Impacto en los Accionistas
La Ley de OPAs establece que cualquier accionista que supere el 29,9% del capital de una empresa debe lanzar una oferta por el 100% de la misma. Sin embargo, la dispensa otorgada a Olive Partners permite a la familia Daurella eludir esta normativa, lo que ha suscitado críticas por parte de los inversores. En la última Junta, el rechazo a esta medida alcanzó el 25,05%, un aumento significativo respecto al 22,94% del año anterior. Este creciente descontento refleja una preocupación por la falta de protección al pequeño accionista, un aspecto que debería ser prioritario para la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Los accionistas han mostrado su oposición a esta dispensa en cada una de las juntas desde 2021, con porcentajes de rechazo que han ido en aumento: 17,89% en 2021, 17,5% en 2022, 21,9% en 2023 y 22,94% en 2024. La situación se complica aún más con la reelección de ciertos consejeros, como Manuel Arroyo y José Ignacio Comenge, quienes también han recibido un alto porcentaje de votos en contra, lo que indica un descontento generalizado con la gestión actual de la compañía.
### La Reelección de Consejeros y el Descontento de los Inversores
En la misma Junta, la reelección de Manuel Arroyo, vicepresidente ejecutivo y director global de marketing de The Coca-Cola Company, fue objeto de críticas. Su alta remuneración, que asciende a 12 millones de euros, ha generado malestar entre los accionistas, quienes han votado en contra de su reelección en un 18,07%. Por otro lado, José Ignacio Comenge, también en el punto de mira, ha recibido un 14,42% de votos negativos, lo que refleja una falta de confianza en su gestión.
A pesar de este descontento, la presidenta de CCEP, Sol Daurella, ha logrado mantener un nivel de apoyo relativamente alto, con un rechazo del 8,38% en su reelección. Sin embargo, otros miembros de la familia Daurella, como Mario Rotllant Solá y Alfonso Líbano Daurella, han sido reelegidos con porcentajes de rechazo muy bajos, lo que sugiere que la familia sigue teniendo un apoyo considerable entre los accionistas, a pesar de la controversia en torno a la dispensa de poder.
El hecho de que la familia Daurella continúe controlando una parte significativa de CCEP plantea preguntas sobre la gobernanza corporativa y la equidad en la toma de decisiones. La CNMV, bajo la dirección de Carlos San Basilio, ha mantenido un silencio preocupante sobre este asunto, lo que ha llevado a los accionistas a cuestionar la efectividad de la regulación en la protección de sus intereses.
La situación en CCEP es un claro ejemplo de cómo las decisiones corporativas pueden generar tensiones entre los accionistas y la dirección de la empresa. La falta de transparencia y la percepción de que ciertos accionistas están recibiendo un trato preferencial pueden erosionar la confianza en la gestión de la compañía y afectar su rendimiento a largo plazo. A medida que los accionistas continúan expresando su descontento, será crucial observar cómo la dirección de CCEP maneja estas preocupaciones y si se implementan cambios significativos en la gobernanza de la empresa.
En resumen, la reciente Junta de Accionistas de Coca-Cola Europacific Partners ha puesto de relieve la creciente oposición a la dispensa de poder otorgada a la familia Daurella. A medida que los accionistas continúan mostrando su descontento, la presión sobre la dirección de la compañía para abordar estas preocupaciones se intensificará. La forma en que CCEP responda a estas inquietudes será fundamental para su futuro y para la confianza de los inversores en la gestión de la empresa.