En un reciente episodio de tensión en Torre Pacheco, la Guardia Civil tomó la decisión de expulsar al líder de Desokupa, Daniel Esteve, y a otros miembros de su grupo, alegando motivos de seguridad. Esteve había planeado asistir a una manifestación en el pueblo, que ha sido escenario de disturbios violentos con tintes xenófobos desde el pasado viernes. En un video que circuló en redes sociales, Esteve se grabó a sí mismo explicando la situación, afirmando que había llegado al pueblo con un grupo de seguridad y que la Guardia Civil los había identificado y escoltado a un lugar más seguro.
«Detrás tengo a la Policía Local, a la Guardia Civil y al GRS», comenzó su discurso, refiriéndose al Grupo de Reserva y Seguridad del cuerpo. Esteve se quejó de que, a tan solo 45 minutos de iniciar la manifestación, la Guardia Civil los estaba sacando del pueblo. «Nosotros no nos vamos, nos van a acompañar ahora hasta la salida», insistió, mostrando su descontento con la decisión de las autoridades.
La situación se tornó más tensa cuando Esteve se dirigió directamente al ministro del Interior, Fernando Marlaska, acusándolo de falta de vergüenza y de utilizar la seguridad como una excusa para silenciar su presencia. Esteve, que llegó con un grupo de aproximadamente 40 personas, enfatizó que no portaban armas y que su intención era participar pacíficamente en la manifestación.
La controversia en Torre Pacheco no solo involucra a Esteve, sino también a Vito Quiles, otro conocido agitador que también fue retirado del lugar por la Guardia Civil. Testigos presenciales informaron que algunos de los seguidores de Quiles lo animaban mientras era escoltado fuera del pueblo, lo que refleja la polarización y la tensión que se vive en la comunidad.
### La Expansión de Desokupa y sus Controversias
Desokupa, una empresa que se originó en Barcelona, ha ganado notoriedad en toda España por ofrecer servicios de desalojo a propietarios de viviendas ocupadas. Su modus operandi incluye enviar a hombres robustos para intimidar a los ocupas, lo que ha suscitado críticas y preocupaciones sobre su relación con grupos de extrema derecha. En 2016, el Parlament de Catalunya instó al Govern a investigar las actividades de Desokupa, ya que se sospechaba que algunos de sus integrantes tenían vínculos con la extrema derecha y que sus métodos podían incluir coacciones a los ocupas.
La controversia en torno a Desokupa ha crecido en los últimos años, especialmente en un contexto donde la ocupación de viviendas se ha convertido en un tema candente en muchas ciudades españolas. La empresa ha sido acusada de actuar al margen de la ley, aprovechándose de la desesperación de los propietarios que buscan recuperar sus propiedades sin esperar los largos procesos judiciales.
La intervención de la Guardia Civil en Torre Pacheco pone de manifiesto la complejidad de la situación. Por un lado, las autoridades buscan mantener el orden público y prevenir la violencia, mientras que por otro, se enfrentan a la presión de grupos que defienden la legalidad y los derechos de los ocupas. La presencia de figuras como Esteve y Quiles, que son percibidos como provocadores, añade una capa adicional de tensión a un escenario ya complicado.
### Reacciones y Consecuencias
Las reacciones a la intervención de la Guardia Civil han sido diversas. Algunos ciudadanos apoyan la decisión de las autoridades, argumentando que es necesario mantener la paz y la seguridad en el pueblo. Sin embargo, otros critican la acción como un intento de silenciar voces disidentes y limitar el derecho a la manifestación.
La ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, ha denunciado que mientras se producían disturbios en Torre Pacheco, el ministro Marlaska se encontraba en un evento deportivo, lo que ha generado indignación entre algunos sectores de la población. Belarra ha calificado la situación de «pogromos», sugiriendo que la violencia y la discriminación están siendo toleradas en nombre de la seguridad.
Este episodio en Torre Pacheco es un reflejo de las tensiones sociales que se viven en España en torno a temas de ocupación, seguridad y derechos humanos. La polarización de la opinión pública y la intervención de grupos como Desokupa complican aún más la situación, haciendo que la resolución de estos conflictos sea cada vez más difícil. La comunidad se enfrenta a un dilema: cómo abordar la ocupación de viviendas y la seguridad pública sin caer en la violencia y la discriminación.
La situación en Torre Pacheco es un claro ejemplo de cómo las dinámicas sociales, políticas y económicas pueden entrelazarse, creando un entorno donde la seguridad y los derechos individuales se ven comprometidos. A medida que el debate sobre la ocupación y la seguridad continúa, será crucial observar cómo se desarrollan los acontecimientos en esta y otras comunidades afectadas por problemas similares.