Enclavado a tan solo un kilómetro del pintoresco pueblo de Ojén, el Charco de las Viñas se presenta como un refugio natural ideal para aquellos que buscan escapar del bullicio de la costa malagueña. Esta piscina natural, alimentada por el arroyo del Tejar, ofrece un entorno sereno y refrescante, perfecto para disfrutar de un día de verano sin necesidad de realizar largas caminatas.
**Acceso y Características del Charco de las Viñas**
El acceso a esta joya natural es sorprendentemente sencillo. Desde el casco urbano de Ojén, los visitantes pueden dirigirse hacia el cementerio municipal, donde comienza un camino de escaleras que desciende suavemente hacia la poza. Este trayecto, de menos de 100 metros, está equipado con barandillas de madera que facilitan el descenso. Al llegar, los bañistas son recibidos por una charca de aguas cristalinas, una pequeña cascada y una zona de arena fina que recuerda a las playas cercanas de Marbella.
El Charco de las Viñas no solo es un lugar para nadar; también es un pequeño ecosistema donde se puede observar una variada fauna, incluyendo peces y anfibios. La vegetación que rodea la poza añade un toque de frescura y belleza al paisaje, convirtiéndolo en un verdadero oasis en medio de la naturaleza. Sin embargo, es importante tener en cuenta que, aunque el lugar se conserva en buen estado, algunos visitantes han dejado su huella en forma de pintadas y basura, lo que resalta la necesidad de cuidar y preservar este entorno natural.
**Recomendaciones para la Visita**
Para aquellos que planean visitar el Charco de las Viñas, es recomendable hacerlo en un vehículo con buena potencia, especialmente al regresar, ya que el camino de hormigón puede ser resbaladizo en días calurosos. Alternativamente, se puede optar por dejar el coche en el pueblo y caminar hasta la poza, lo que también permite disfrutar del paisaje y la tranquilidad del entorno.
Una vez en Ojén, los visitantes pueden complementar su experiencia con un recorrido por el encantador casco urbano del pueblo. Ojén es conocido por sus calles empinadas y bien cuidadas, así como por su rica historia. Entre los puntos de interés se encuentra la iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación, famosa por sus limones trepadores, y la Fuente de los Chorros, un lugar emblemático que no debe pasarse por alto. Además, el museo del Molino ofrece una mirada al pasado del pueblo, con una sala dedicada al famoso aguardiente Ojén, que ha ganado renombre internacional.
Para aquellos que buscan un buen lugar para comer, Ojén cuenta con una variedad de opciones gastronómicas. Uno de los lugares más destacados es Er Mojaíto, famoso por sus churros bañados en agua con sal, una delicia local que no se puede dejar de probar.
**Actividades y Experiencias en Ojén**
Además de disfrutar del Charco de las Viñas, Ojén ofrece una amplia gama de actividades al aire libre. El senderismo es una de las opciones más populares, con rutas que permiten explorar la belleza natural de la Sierra de las Nieves. Los senderistas pueden disfrutar de vistas panorámicas y descubrir la flora y fauna autóctona de la región.
La cercanía de Ojén a Marbella y Coín también permite a los visitantes combinar su escapada con un día en la playa o una visita a otros puntos de interés en la Costa del Sol. La ubicación estratégica de Ojén lo convierte en un excelente punto de partida para explorar la región, ofreciendo tanto la tranquilidad de la montaña como la vibrante vida costera.
En resumen, el Charco de las Viñas y el pueblo de Ojén son destinos que ofrecen una experiencia única en la provincia de Málaga. Con su belleza natural, rica historia y opciones gastronómicas, es un lugar que merece ser descubierto por aquellos que buscan una escapada diferente en la Costa del Sol. Ya sea para un día de relax en la piscina natural o para explorar el encanto del pueblo, Ojén y su entorno prometen momentos inolvidables.