La reciente declaración de un técnico de Emergencias de la Generalitat ha puesto de relieve las tensiones y desafíos enfrentados durante la gestión de la crisis provocada por la dana en Valencia. Este evento meteorológico extremo, que tuvo lugar el 29 de octubre, dejó a la comunidad en una situación crítica, y las decisiones tomadas en esos momentos se encuentran bajo un intenso escrutinio judicial.
El técnico, identificado como R. E., relató ante la magistrada Nuria Ruiz Tobarra que la consellera de Justicia e Interior, Salomé Pradas, había indicado que no se enviaría ninguna alerta hasta que ella diera su aprobación. Esta declaración ha generado preocupación sobre la rapidez y efectividad de la respuesta ante emergencias, especialmente en un contexto donde cada minuto cuenta. R. E. describió el ambiente en el Centro de Coordinación de Emergencias como caótico, con una sala repleta de personal y una carga de trabajo abrumadora.
### La Activación de Protocolos de Emergencia
El relato del técnico revela cómo se activaron los protocolos de emergencia en respuesta a la situación crítica. A su llegada al centro a las 14:30 horas, recibió una llamada del alcalde de Utiel, quien informaba sobre la incapacidad de los recursos locales para manejar la crisis. Esto llevó a la decisión de movilizar a la Unidad Militar de Emergencias (UME) y a declarar la emergencia en la comarca de la Ribera Alta. La rapidez en la toma de decisiones fue crucial, y el técnico destacó que se actuó con celeridad para elevar el nivel de alerta en la zona.
A medida que la tarde avanzaba, se dieron instrucciones para preparar una notificación sobre el estado de la presa de Forata, que estaba en riesgo de colapso. R. E. explicó que, aunque no fue el encargado de realizar las llamadas a los alcaldes, el equipo se dedicó a recopilar información y a notificar a los municipios afectados. Este proceso incluyó el uso de la plataforma Cordcom, que permite la comunicación interna entre los diferentes organismos de emergencia.
Sin embargo, la situación se complicó aún más cuando se informó que la presa podría pasar a un escenario de colapso inminente. En este contexto, se preparó un mensaje para la aplicación Es Alert, que debía alertar a la población sobre el riesgo. R. E. aclaró que, aunque su credencial aparecía en los metadatos del mensaje, no fue él quien redactó el texto final, sino que cedió su puesto a un compañero para que pudiera hacerlo rápidamente.
### Desafíos en la Comunicación y Coordinación
Uno de los aspectos más críticos que surgieron durante la declaración fue la falta de control sobre los barrancos, a pesar de la gravedad de la situación. R. E. confirmó que no había personal dedicado a esta tarea, lo que plantea serias preguntas sobre la preparación y la capacidad de respuesta ante emergencias. A pesar de recibir información de la Confederación Hidrográfica del Júcar sobre el barranco del Poyo, esta no fue comunicada al subdirector de Emergencias, Jorge Suárez, lo que podría haber influido en la gestión de la crisis.
La carga de trabajo y la presión en el Centro de Coordinación de Emergencias fueron evidentes, y R. E. mencionó que se estaban atendiendo las gestiones de la mejor manera posible, dadas las circunstancias. La falta de personal y la necesidad de una comunicación más efectiva entre los diferentes niveles de mando fueron temas recurrentes en su testimonio.
La jueza Ruiz Tobarra, que está llevando a cabo la investigación sobre la gestión de la dana, ha decidido no elevar los indicios contra el presidente de la Diputación, Carlos Mazón, argumentando que la instrucción no está agotada. Esto sugiere que aún hay muchas preguntas sin respuesta sobre la gestión de la crisis y las decisiones tomadas por los responsables en ese momento crítico.
La situación generada por la dana ha puesto de manifiesto la necesidad de revisar y mejorar los protocolos de emergencia en la comunidad. La experiencia de R. E. y otros técnicos de Emergencias subraya la importancia de una comunicación clara y efectiva, así como la necesidad de contar con recursos adecuados para enfrentar situaciones de crisis. La gestión de emergencias es un campo complejo que requiere no solo de una rápida toma de decisiones, sino también de una coordinación efectiva entre todos los actores involucrados.