El glioblastoma es reconocido como el tumor cerebral primario más agresivo y de peor pronóstico, lo que lo convierte en un desafío significativo para los pacientes y sus familias. La Asociación de Tumores Cerebrales y del Sistema Nervioso Central (Astuce Spain) ha denunciado que, a pesar de la aprobación de la financiación de la terapia de campos eléctricos alternos (TTFields) por parte del Ministerio de Sanidad el 14 de agosto, los pacientes andaluces aún no tienen acceso a este tratamiento innovador en el sistema sanitario público. Esta situación ha generado una gran preocupación, ya que Andalucía se encuentra entre las regiones más rezagadas en la implementación de esta terapia, mientras que otras comunidades como Madrid, Aragón y Cataluña ya han comenzado a ofrecerla con éxito a sus pacientes.
La situación es alarmante, ya que el glioblastoma presenta una mediana de supervivencia de solo 14,6 meses con el tratamiento estándar, que incluye cirugía, radioterapia y quimioterapia con temozolomida. Este esquema ha permanecido prácticamente inalterado durante dos décadas, hasta la llegada de los TTFields, una tecnología que utiliza campos eléctricos para interferir en la división de las células tumorales. La combinación de TTFields con quimioterapia ha demostrado prolongar significativamente la supervivencia de los pacientes, lo que hace que su acceso sea aún más crítico.
Astuce Spain ha instado a la Consejería de Salud y Consumo de la Junta de Andalucía a acelerar los trámites necesarios para que los especialistas puedan prescribir esta terapia lo antes posible. José Luis Mantas, presidente de la asociación, ha expresado su frustración al afirmar que «no basta con que una innovación se apruebe a nivel nacional; es urgente garantizar su aplicación efectiva en todas las comunidades, y Andalucía no puede quedarse atrás». La falta de claridad en el circuito de acceso a la terapia en Andalucía ha generado una inequidad inaceptable, dejando a muchos pacientes en una situación de vulnerabilidad.
Desde la comercialización de los TTFields en España en 2022, el acceso a esta terapia ha sido desigual. Antes de la resolución ministerial de agosto, pacientes de comunidades como Madrid y Galicia ya estaban recibiendo tratamiento, mientras que en Andalucía y otras regiones, solo era posible recurrir a la sanidad privada. Esta disparidad en el acceso a tratamientos aprobados a nivel nacional ha llevado a la asociación a exigir una mayor agilidad en la implementación de protocolos claros que faciliten el acceso a la terapia.
Un ejemplo positivo de la implementación de TTFields se ha dado en las Islas Baleares, donde se trató al primer paciente bajo las condiciones fijadas por el Gobierno central. Este paciente, Kiko Palmer, de 54 años, fue diagnosticado en marzo y comenzó su tratamiento en septiembre, lo que demuestra que es posible avanzar rápidamente en la atención a los pacientes si se establecen los mecanismos adecuados.
La situación en Andalucía contrasta con la de otros países donde los TTFields ya forman parte del estándar de tratamiento para el glioblastoma. En naciones como Alemania, Francia, Japón y Estados Unidos, esta terapia es ampliamente utilizada y recomendada por guías internacionales y nacionales. La falta de acceso a tratamientos innovadores en Andalucía no solo afecta a los pacientes, sino que también plantea preguntas sobre la equidad en el sistema de salud español.
La urgencia de esta situación es evidente, ya que para los pacientes con glioblastoma, cada minuto cuenta. La asociación ha subrayado la necesidad de que Andalucía implemente de manera efectiva el acceso a una terapia que ya ha sido financiada en el Sistema Nacional de Salud (SNS). La presión sobre las autoridades sanitarias es cada vez mayor, y los pacientes y sus familias esperan que se tomen medidas rápidas y efectivas para garantizar que todos tengan acceso a los tratamientos que necesitan, independientemente de su lugar de residencia.
La lucha por el acceso a tratamientos innovadores como los TTFields es un reflejo de la necesidad de un sistema de salud más equitativo y accesible para todos. La comunidad médica y las asociaciones de pacientes continúan trabajando para asegurar que se escuchen sus voces y que se tomen decisiones que prioricen la salud y el bienestar de los pacientes. La implementación de tratamientos aprobados a nivel nacional no debería depender del código postal, y es fundamental que se establezcan mecanismos que garanticen que todos los pacientes tengan acceso a las mejores opciones de tratamiento disponibles.
