El regreso a la rutina en septiembre trae consigo la necesidad de enfrentar los excesos del verano. Con la llegada de esta época, muchas personas se sienten impulsadas a iniciar dietas para recuperar su peso habitual. Violeta Floriano, una nutricionista de Cáceres, comparte su perspectiva sobre la alimentación y la importancia de adoptar hábitos saludables en lugar de seguir modas pasajeras.
### La Verdadera Naturaleza de las Dietas
Floriano señala que uno de los errores más comunes al comenzar una dieta es la mentalidad restrictiva que se adopta. «Cuando comenzamos una dieta, tanto nuestro cuerpo como nuestra mente adoptan una actitud restrictiva, y precisamente lo que prohibimos es lo que más deseamos, llegando incluso a generar ansiedad». Esta ansiedad puede llevar a un ciclo de alimentación poco saludable, donde los antojos se convierten en una lucha constante.
Además, la nutricionista advierte sobre los peligros de seguir dietas estrictas que eliminan grupos de alimentos esenciales. «Cuántas veces hemos escuchado que el plátano engorda, que la fruta no se debe consumir a ciertas horas del día, o que hay que evitar los hidratos de carbono porque ‘engordan mucho’? Estas afirmaciones son solo mitos que no contribuyen a mantener una buena alimentación a largo plazo». En lugar de enfocarse en restricciones, Floriano sugiere que lo que realmente tiene un impacto positivo en la salud son los pequeños cambios que se pueden mantener con el tiempo.
La nutricionista también enfatiza que centrar el objetivo únicamente en la báscula es un error. «Una vez que se alcanza el ‘peso deseado’, es común que la motivación disminuya, y en caso contrario, si no se logra ese peso, puede generar frustración y ansiedad». La clave, según Floriano, radica en una buena alimentación que no solo mejora el bienestar físico, sino que también contribuye a la salud mental. Comer bien ayuda a mantener controlados el colesterol y los niveles de azúcar en sangre, además de reducir la ansiedad y mejorar el tránsito intestinal.
### Fomentando Hábitos Saludables desde la Infancia
Como dietista-nutricionista, Floriano considera fundamental fomentar buenos hábitos alimentarios desde la infancia y la adolescencia. «Esta etapa es clave no solo para prevenir la aparición de enfermedades, sino también para construir una relación sana y equilibrada con la comida». Gestos tan simples como sentarse a la mesa en familia, compartir ese momento con conversación y atención plena hacia lo que comemos, pueden tener un gran impacto en la salud, tanto física como mental.
La nutricionista también hace hincapié en la importancia de no juzgar los cuerpos ajenos. Un solo comentario puede causar un daño profundo. «Todos los cuerpos son válidos, y lo verdaderamente importante es que cada persona se sienta bien consigo misma y trabaje por su mejor versión, desde el respeto y el cuidado». Este enfoque inclusivo es esencial para crear un ambiente donde todos se sientan cómodos y aceptados.
Floriano aconseja a quienes desean mejorar su alimentación que eviten las dietas milagro y las promesas rápidas que no priorizan la salud. «Si quieres mejorar tu alimentación y no sabes por dónde empezar, acude a un profesional que sepa guiarte y acompañarte en el proceso». La educación nutricional es clave para tomar decisiones informadas y saludables.
La nutricionista también destaca la importancia de disfrutar de la comida. «Comer es un placer, y compartir una comida con amigos o en familia también es salud». Cultivar una buena relación con la comida es fundamental para el bienestar general. En lugar de ver la alimentación como una tarea o un sacrificio, es vital aprender a disfrutar de los alimentos y de los momentos compartidos alrededor de la mesa.
En resumen, la alimentación no debe ser vista como un campo de batalla, sino como una oportunidad para nutrir el cuerpo y la mente. Adoptar un enfoque equilibrado y sostenible hacia la comida puede llevar a una vida más saludable y satisfactoria. La clave está en hacer cambios pequeños y sostenibles que se integren en la vida diaria, en lugar de seguir modas pasajeras que pueden ser perjudiciales a largo plazo.