La reciente comparecencia de Patricia Uriz, ex mujer de Koldo García, en el Senado ha generado un gran revuelo. Uriz, quien está involucrada en una trama de corrupción, decidió acudir disfrazada a la comisión de investigación sobre la Operación Delorme, lo que provocó la suspensión temporal de la sesión para verificar su identidad. La ex pareja de Koldo, quien fue asesor de José Luis Ábalos, se presentó con un pañuelo rosa cubriendo su rostro, un flequillo postizo y grandes gafas oscuras, lo que llevó a la presidencia de la comisión a solicitar la confirmación de su identidad a los servicios de seguridad del Senado.
La situación se tornó tensa cuando Uriz, al inicio de la sesión, se negó a declarar, invocando su derecho a no hacerlo debido a que los hechos investigados son similares a los que se están tratando en un procedimiento judicial en el que ella es investigada. Esta negativa a declarar, sumada a su disfraz, fue vista por algunos senadores de la oposición como una falta de respeto a la seriedad del proceso.
La presidencia de la comisión, encabezada por Eloy Suárez del Partido Popular, se vio obligada a interrumpir la sesión para verificar la identidad de Uriz. Tras varios minutos de incertidumbre, se confirmó que efectivamente era ella, lo que permitió reanudar la comparecencia. Sin embargo, la situación generó críticas por parte de senadores de la oposición, quienes consideraron que el disfraz era una forma de burlarse del proceso y de las instituciones.
Patricia Uriz no es una figura ajena a la política española. Además de ser la ex pareja de Koldo García, ha ocupado cargos en el PSOE de Navarra y fue detenida en febrero de 2024 en el marco de la investigación sobre la corrupción en la que está implicada. Se le acusa de blanqueo de capitales y pertenencia a una organización criminal, y se sospecha que actuó como testaferro para Koldo García en la adquisición de propiedades con dinero proveniente de actividades ilícitas.
La trama de corrupción en la que se encuentra involucrada ha sido objeto de atención mediática y política, especialmente debido a la conexión de Koldo García con el ex ministro Ábalos. Uriz ha sido mencionada en informes de la UCO de la Guardia Civil como un contacto clave en la facilitación de inmuebles para Ábalos, lo que ha llevado a un mayor escrutinio sobre su papel en la política y en la trama de corrupción.
La comparecencia de Uriz en el Senado se había aplazado en varias ocasiones, lo que aumentó la expectación en torno a su testimonio. Su decisión de acudir disfrazada ha sido interpretada por algunos como un intento de desviar la atención de las acusaciones en su contra y de minimizar la gravedad de la situación. La imagen de una ex funcionaria del PSOE, con un pasado en la política, presentándose de esta manera ante el Senado ha suscitado un debate sobre la ética y la responsabilidad en la política española.
La reacción de los senadores de la oposición ha sido contundente. Algunos han calificado la situación como una «mascarada» y han exigido una mayor seriedad en el tratamiento de los casos de corrupción. La falta de identificación inmediata de Uriz ha sido vista como una irregularidad que podría poner en entredicho la credibilidad del proceso.
A medida que avanza la investigación, la figura de Patricia Uriz se convierte en un símbolo de las complicaciones y controversias que rodean a la política española. Su comparecencia disfrazada no solo ha captado la atención de los medios, sino que también ha abierto un debate sobre la transparencia y la rendición de cuentas en el ámbito político. La situación de Uriz es un recordatorio de que la corrupción y sus consecuencias pueden tener un impacto duradero en la confianza pública hacia las instituciones.