La celebración del 12 de octubre, conocido como el Día de la Hispanidad, ha sido un evento marcado por la tradición en España. Sin embargo, en el contexto político actual, este año se ha visto ensombrecido por la ausencia de figuras clave y la tensión entre los partidos. La recepción en el Palacio Real, que normalmente se convierte en un espacio de diálogo entre los líderes políticos y los medios de comunicación, este año se ha visto alterada por la falta de Pedro Sánchez, el presidente del Gobierno, y la notable ausencia de Santiago Abascal, líder de Vox.
La Fiesta Nacional, que debería ser un momento de unidad y celebración, se ha transformado en un escenario de confrontación política. La falta de Sánchez, quien optó por no participar en los corrillos con los periodistas, ha dejado a la oposición, liderada por Alberto Núñez Feijóo, como la voz predominante en este evento. Feijóo ha criticado tanto al presidente como a Abascal, señalando que Vox lo acusa de pactar con el PSOE, mientras que el PSOE lo acusa de radicalizarse. Esta dinámica refleja la polarización que caracteriza el panorama político español en la actualidad.
La ausencia de Sánchez no solo ha sido un hecho aislado, sino que ha sido interpretada como un símbolo de su estilo de liderazgo, que busca distanciarse de las tradiciones políticas establecidas. En años anteriores, los presidentes del Gobierno han utilizado este evento para comunicarse directamente con los medios y la ciudadanía, pero este año, Sánchez optó por enviar un mensaje en video, lo que ha generado críticas sobre su falta de compromiso con la transparencia y la rendición de cuentas.
### La Reacción de la Oposición y el Contexto Actual
La reacción de la oposición ha sido contundente. Alberto Núñez Feijóo, en su papel como líder del Partido Popular, ha aprovechado la ausencia de Sánchez para posicionarse como la alternativa viable. En sus declaraciones, ha enfatizado la necesidad de reparar España y acabar con la división que, según él, ha caracterizado la gestión del actual Gobierno. Feijóo ha criticado la política exterior de Sánchez, especialmente en relación con el conflicto en Gaza y la situación en Venezuela, argumentando que el Gobierno ha quedado en evidencia por sus decisiones.
La política exterior se ha convertido en un punto de fricción entre los partidos. Feijóo ha señalado que la cancillería española no puede hacer el ridículo con tanta intensidad, refiriéndose a la reciente aprobación del embargo de armas a Israel justo antes de un anuncio de paz. Esta crítica no solo refleja la tensión entre los partidos, sino también la creciente preocupación por la imagen de España en el ámbito internacional.
Además, la situación interna del Partido Popular también ha sido objeto de atención. Con elecciones autonómicas a la vista, Feijóo ha manifestado su confianza en que los errores del Gobierno no afectarán su desempeño electoral. Sin embargo, la presión es alta, especialmente con el ascenso de Vox en las encuestas, lo que ha llevado a algunos en el PP a cuestionar la estrategia del partido.
### La Ausencia de Abascal y su Impacto en la Narrativa Política
La ausencia de Santiago Abascal en la recepción del 12 de octubre ha sido igualmente significativa. Su decisión de no asistir ha sido interpretada como un intento de posicionarse como un político antisistema, similar a lo que hizo Pablo Iglesias en años anteriores. Abascal ha utilizado su ausencia para criticar a los partidos tradicionales y reafirmar su postura como un outsider en la política española.
Esta dinámica ha llevado a Feijóo a instar a Abascal a explicar su ausencia, sugiriendo que su decisión es comparable a las ausencias de partidos independentistas en eventos similares. La narrativa que se está construyendo en torno a estas ausencias es crucial, ya que refleja la creciente polarización y la lucha por el control del discurso político en España.
La situación actual en España es un reflejo de un país dividido, donde las diferencias ideológicas se han intensificado. La política se ha convertido en un campo de batalla donde cada partido busca no solo ganar elecciones, sino también definir la identidad nacional. En este contexto, el 12 de octubre ha dejado de ser solo una celebración para convertirse en un símbolo de las tensiones políticas que marcan la actualidad.
La falta de diálogo y la creciente desconfianza entre los partidos han llevado a un clima en el que la política se percibe como un juego de poder más que como un servicio a la ciudadanía. La ausencia de líderes en momentos clave, como el 12 de octubre, subraya la necesidad de una reflexión profunda sobre el estado de la política en España y el futuro que se desea construir.
En resumen, el 12 de octubre de 2025 ha sido un evento que ha puesto de manifiesto las tensiones y divisiones en la política española. La ausencia de figuras clave como Pedro Sánchez y Santiago Abascal ha dejado un vacío que ha sido llenado por la oposición, liderada por Alberto Núñez Feijóo, quien ha aprovechado la oportunidad para criticar al Gobierno y reafirmar su posición como alternativa. La situación actual plantea interrogantes sobre el futuro de la política en España y la necesidad de un diálogo más constructivo entre los diferentes actores políticos.