En el contexto político actual de Cataluña, la figura de Silvia Orriols y su partido, Aliana Catalana, se han convertido en un tema de gran preocupación para Carles Puigdemont y su formación, Junts. La reciente dinámica en el Parlament ha evidenciado una fractura significativa en el bloque independentista, que se encuentra dividido entre las posturas de izquierda y derecha. Este artículo explora las implicaciones del crecimiento de Aliana Catalana y cómo afecta a la estrategia de Junts y a la política secesionista en general.
El Debate de Política General, celebrado la semana pasada, marcó un punto de inflexión en la política catalana. Junts, en un intento por revitalizar el proceso independentista, propuso una resolución para negociar un nuevo referéndum de independencia. Sin embargo, la respuesta de Aliana Catalana fue contundente: su líder, Silvia Orriols, y otra diputada del partido votaron en contra de la iniciativa. Este acto no solo subrayó la creciente distancia entre Aliana Catalana y los otros partidos independentistas, como ERC y la CUP, sino que también dejó claro que la posibilidad de una reconstrucción del bloque secesionista es cada vez más remota.
### La Estrategia de Aliana Catalana
Aliana Catalana ha adoptado una postura radicalmente diferente a la de sus homólogos en el Parlament. Su enfoque se centra en la declaración unilateral de independencia y en la toma de control del territorio, lo que contrasta con la estrategia más moderada de Junts y otros partidos. Orriols ha dejado claro que su partido no está interesado en un nuevo proceso de negociación, sino que busca avanzar de manera unilateral hacia la independencia. Esta postura ha resonado con un sector de la población que se siente frustrado con la falta de avances en el proceso secesionista.
La estrategia de Aliana Catalana se basa en un diagnóstico claro de la situación política y social en Cataluña. La preocupación por la inmigración, que se ha convertido en uno de los temas más candentes en la agenda política, ha sido utilizada por Orriols para consolidar su base de apoyo. Según las encuestas, la inmigración es vista como uno de los principales problemas por los ciudadanos catalanes, lo que ha permitido a Aliana Catalana posicionarse como la voz de aquellos que se sienten amenazados por el cambio demográfico.
Este enfoque ha llevado a un aumento en la popularidad de Aliana Catalana, que ya se refleja en las encuestas. Los últimos sondeos indican que el partido de Orriols podría obtener entre 10 y 19 escaños en las próximas elecciones, lo que representa un desafío significativo para Junts, que ha visto una caída en su apoyo electoral. La posibilidad de que Aliana Catalana se convierta en la principal fuerza independentista en el Parlament es una preocupación creciente para Puigdemont y su equipo.
### La Respuesta de Junts y la Crisis del Separatismo
La respuesta de Junts ante el ascenso de Aliana Catalana ha sido de alarma y preocupación. Puigdemont ha centrado sus esfuerzos en reafirmar la relevancia de su partido en el panorama político catalán, argumentando que Junts debe mantener una visión de largo plazo y no sucumbir a las modas pasajeras que podrían ofrecer éxito a corto plazo. Sin embargo, la realidad es que la fragmentación del bloque independentista está poniendo en jaque la estrategia de Junts.
La división entre la izquierda y la derecha dentro del movimiento independentista se ha vuelto más pronunciada, y la falta de unidad en torno a un objetivo común está debilitando la causa secesionista. La posibilidad de que ERC y la CUP se alineen con Aliana Catalana es prácticamente nula, lo que deja a Junts en una posición vulnerable. La pérdida de apoyo en las elecciones municipales de 2027 podría significar un golpe devastador para el partido de Puigdemont, que teme perder su estatus como la principal fuerza independentista en Cataluña.
Además, la creciente preocupación por la inmigración y la inseguridad está alimentando el discurso de Aliana Catalana, lo que podría traducirse en un aumento de su presencia territorial en las próximas elecciones. La posibilidad de que Orriols y su partido logren consolidar su poder en áreas clave de Cataluña, como Gerona y el interior del país, es una amenaza real para Junts, que se ve obligado a reaccionar ante esta nueva realidad política.
La situación actual en Cataluña es un reflejo de la complejidad del panorama político y de las tensiones internas dentro del movimiento independentista. La fragmentación del bloque secesionista y el ascenso de Aliana Catalana son síntomas de una crisis más profunda que podría redefinir el futuro de la política catalana. A medida que se acercan las elecciones, la presión sobre Junts para adaptarse y encontrar una estrategia efectiva se intensificará, y el resultado de esta lucha interna podría tener repercusiones significativas para el futuro de la independencia en Cataluña.