La situación de los menores migrantes no acompañados en Canarias ha generado un intenso debate político en España. Recientemente, Enrique Santiago, portavoz adjunto de Sumar en el Congreso y diputado de Izquierda Unida, ha criticado abiertamente al Partido Popular (PP) por su actitud hacia el reparto de estos menores. Santiago ha calificado la postura del PP como «destructiva» e «irresponsable», señalando que su comportamiento está bloqueando soluciones efectivas para atender a este colectivo vulnerable.
El contexto de esta controversia se enmarca en la reciente proposición no de ley presentada por Sumar, que busca que el Gobierno español acoja a mil menores migrantes no acompañados solicitantes de asilo en Canarias. Esta medida surge como respuesta a una orden del Tribunal Supremo, que ha dado un plazo de diez días al Gobierno para garantizar el acceso de estos menores al Sistema Nacional de Acogida de Protección Internacional. Santiago ha enfatizado que la propuesta de su partido busca establecer un sistema de colaboración que permita atender a estos menores de manera directa y efectiva, mientras se trabaja en una solución más global a la problemática.
Santiago ha manifestado su preocupación por la actitud del PP, sugiriendo que su enfoque está más centrado en intereses partidarios que en el bienestar de la sociedad canaria. «Es lamentable que Canarias tenga al enemigo en casa, metido en el gobierno», ha declarado, refiriéndose a la influencia del PP en la política local. Según él, el bloqueo sistemático por parte del PP está impidiendo que se tomen decisiones que beneficien a los menores migrantes, quienes se encuentran en una situación de vulnerabilidad extrema.
El diputado ha subrayado que la situación actual no debería ser un problema si el PP decidiera colaborar en lugar de obstaculizar. «No tendríamos por qué estar buscando esta solución si el PP se decidiera de una vez a dejar de bloquear cualquier solución para que salgan de Canarias estos menores», ha afirmado. Esta crítica se produce en un contexto donde la presión sobre el sistema de acogida en Canarias ha aumentado, debido al incremento de llegadas de migrantes a las islas en los últimos años.
La propuesta de Sumar no solo busca atender a los menores en el corto plazo, sino que también plantea la necesidad de una intervención más amplia por parte de la Administración General del Estado. Santiago ha enfatizado que esta es una «solución temporal» que debe ser complementada con un enfoque más integral que aborde las causas subyacentes de la migración y garantice la protección de los derechos de los menores.
La situación de los menores migrantes en Canarias es un reflejo de un problema más amplio que afecta a muchas regiones de Europa. La llegada de migrantes a través de rutas peligrosas ha puesto de manifiesto la necesidad de políticas más efectivas y humanas que garanticen la protección de los derechos de los menores. En este sentido, la crítica de Santiago al PP resuena con las preocupaciones de muchas organizaciones que abogan por un enfoque más solidario y menos partidista en la gestión de la migración.
La respuesta del PP a estas acusaciones ha sido defensiva, argumentando que su postura se basa en la necesidad de garantizar la seguridad y el bienestar de todos los ciudadanos canarios. Sin embargo, la polarización del debate sobre la migración y el tratamiento de los menores no acompañados ha llevado a un estancamiento en la búsqueda de soluciones efectivas.
En resumen, la situación de los menores migrantes no acompañados en Canarias sigue siendo un tema candente en la política española. La crítica de Sumar al PP pone de relieve las tensiones existentes en torno a la gestión de la migración y la necesidad urgente de encontrar soluciones que prioricen el bienestar de los más vulnerables. A medida que se acerca el plazo establecido por el Tribunal Supremo, la presión sobre el Gobierno para actuar se intensifica, y la respuesta política a esta crisis seguirá siendo objeto de intenso escrutinio público.