El ministro de Economía, Carlos Cuerpo, ha presentado un plan para mitigar el impacto de los aranceles impuestos por Estados Unidos, buscando un equilibrio entre las distintas fuerzas políticas en España. Durante su intervención en el Congreso, Cuerpo hizo guiños tanto al Partido Popular (PP) como a Junts, en un intento de asegurar el apoyo de ambos grupos para el decreto aprobado por el Consejo de Ministros.
La estrategia del Gobierno se centra en garantizar que las ayudas a las empresas afectadas por los aranceles se distribuyan de manera equitativa, teniendo en cuenta la exposición de cada comunidad autónoma a las exportaciones hacia Estados Unidos. Cuerpo enfatizó que el acceso a estas ayudas será «no arbitrario» y se basará en criterios claros, lo que busca dar tranquilidad a los mercados y a las empresas.
El plan incluye una disposición adicional que establece un reparto de recursos en función del porcentaje de exportaciones de cada comunidad autónoma. Este enfoque ha sido objeto de críticas por parte del PP, que considera que se ha cedido a las exigencias de los independentistas. El portavoz económico del PP, Juan Bravo, ha expresado su preocupación por lo que considera un «reparto territorial» que no responde a razones técnicas, sino a presiones políticas.
Por su parte, desde Junts se han mostrado satisfechos con el reconocimiento de la importancia de las exportaciones catalanas, que representan aproximadamente el 25% del total de las exportaciones españolas a Estados Unidos. La portavoz de Junts, Míriam Nogueras, ha defendido que su objetivo es garantizar que su territorio reciba lo que le corresponde, sin que esto se considere un privilegio.
El Gobierno, por su parte, confía en que el PP no se oponga al plan y espera que su apoyo sea mayoritario. Cuerpo ha reiterado la importancia de mantener un diálogo continuo con las comunidades autónomas y los agentes sociales para adaptar la respuesta a las necesidades del sector, especialmente en un contexto donde se anticipan efectos secundarios en áreas como el turismo.
El ministro también ha anunciado que se convocará el Consejo Interterritorial de Internacionalización, donde se espera que las comunidades autónomas participen activamente en la distribución de las ayudas. Este enfoque busca garantizar la transparencia y la equidad en la asignación de recursos, lo que es crucial para mantener la confianza de las empresas y los mercados.
Sin embargo, no todos los partidos están de acuerdo con la forma en que se está manejando la situación. Desde ERC, Gabriel Rufián ha calificado el acuerdo de Junts como «humo», sugiriendo que las promesas del Gobierno no son suficientes y que las ayudas deberían ser a fondo perdido en lugar de préstamos. Esta crítica refleja la tensión existente entre los diferentes grupos políticos y la dificultad de alcanzar un consenso en un tema tan delicado como los aranceles.
El contexto internacional también juega un papel importante en esta situación. La guerra comercial entre Estados Unidos y la Unión Europea ha llevado a la imposición de aranceles que afectan a diversos sectores, lo que ha generado preocupación en el Gobierno español. La estrategia del Ejecutivo busca no solo mitigar el impacto inmediato, sino también establecer un marco de colaboración entre las diferentes administraciones para abordar los desafíos futuros.
En resumen, el plan del Gobierno para enfrentar los aranceles es un intento de equilibrar las demandas de diferentes fuerzas políticas mientras se protege a las empresas españolas. La clave del éxito radica en la capacidad del Gobierno para mantener un diálogo abierto y constructivo con todas las partes involucradas, garantizando que las ayudas lleguen de manera efectiva a quienes más las necesitan. La situación sigue siendo dinámica y se espera que las negociaciones continúen en los próximos días, a medida que se evalúen los efectos de las medidas adoptadas.