Manuel López Pecero, un nombre que resonará en la historia industrial de Extremadura, falleció a los 66 años, dejando un legado imborrable en el sector del aluminio. Nacido en Fuente del Maestre en 1959, su trayectoria comenzó a una edad temprana, cuando con solo 14 años se adentró en el mundo laboral como aprendiz de carpintero. Esta experiencia inicial fue solo el comienzo de una carrera que lo llevaría a fundar el Grupo López Bolaños, un conglomerado que se ha convertido en un referente internacional en la industria del aluminio.
### Inicios y Creación de un Imperio
La historia de Manuel López Pecero es un ejemplo de cómo la perseverancia y la visión pueden transformar una idea en un imperio empresarial. En 1981, fundó su primera empresa, Cristales y Persianas López, un paso que marcaría el inicio de su aventura empresarial. A lo largo de los años, su capacidad para identificar oportunidades en el mercado lo llevó a establecer otras dos compañías: EXPALUM y ALUMASA. Estas empresas no solo diversificaron su oferta, sino que también consolidaron su grupo como un actor clave en el sector del aluminio, con presencia en más de 50 países.
El éxito de López Pecero no se limitó a la creación de empresas; también se destacó por su compromiso con la modernización y la sostenibilidad. Su enfoque en la integración vertical y la incorporación de tecnología avanzada en los procesos de producción permitió que su grupo empresarial no solo creciera, sino que lo hiciera de manera sostenible, adaptándose a los cambios del mercado y a las exigencias de un mundo en constante evolución. Este enfoque no solo benefició a su empresa, sino que también generó cientos de empleos en su localidad natal, contribuyendo al desarrollo económico de la región.
### Un Líder con Visión y Compromiso
Manuel López Pecero no solo fue un empresario exitoso, sino también un líder admirado por quienes lo rodeaban. Su cercanía y capacidad de liderazgo fueron características que lo definieron a lo largo de su vida. Aquellos que tuvieron la oportunidad de trabajar con él destacan su habilidad para inspirar a otros y su dedicación a la formación de un equipo sólido y comprometido. Su legado empresarial se complementa con un profundo sentido de responsabilidad social, ya que siempre mantuvo un fuerte compromiso con su comunidad.
El reconocimiento a su labor no se hizo esperar. En 2008, fue galardonado como Empresario del Año, un premio que reflejaba no solo su éxito empresarial, sino también su impacto positivo en la sociedad. Su familia, compuesta por su esposa María Isabel Bolaños Guerrero y sus hijos, Inmaculada y Manuel López Bolaños, continúa con su legado, manteniendo viva la visión que él estableció desde el inicio de su carrera.
La familia ha expresado su agradecimiento por las innumerables muestras de cariño recibidas en estos momentos difíciles, y han compartido su deseo de que el legado de Manuel inspire a futuras generaciones. «Creer en lo que hacen y hacerlo con corazón, como él siempre hizo», es el mensaje que quieren transmitir, reflejando la filosofía de vida y trabajo que Manuel promovió.
El velatorio de Manuel López Pecero se llevará a cabo en el Tanatorio San Isidro en Madrid, y su entierro está programado para el 8 de agosto en la Iglesia Nuestra Señora de la Candelaria, en su localidad natal. Su partida deja un vacío en la comunidad empresarial y en todos aquellos que tuvieron la fortuna de conocerlo.
La historia de Manuel López Pecero es un testimonio del poder del emprendimiento y la importancia de la innovación en el desarrollo industrial. Su legado perdurará no solo a través de las empresas que fundó, sino también en la memoria de quienes lo conocieron y se inspiraron en su ejemplo. Su vida es un recordatorio de que con pasión, dedicación y un compromiso genuino con la comunidad, es posible dejar una huella significativa en el mundo.