En los últimos años, España ha enfrentado un aumento en la amenaza del yihadismo, lo que ha llevado a las autoridades a implementar políticas de expulsión de ciudadanos extranjeros considerados peligrosos para la seguridad nacional. Este artículo examina el balance de las expulsiones y detenciones relacionadas con el yihadismo en 2024, así como la evolución de la situación en el país.
La política de expulsión de individuos vinculados al yihadismo ha sido una de las estrategias adoptadas por el Gobierno español para mitigar los riesgos asociados con el terrorismo. Según el ‘Balance del terrorismo en España 2024’ del Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo, se han llevado a cabo varias expulsiones significativas en el último año, destacando la diversidad de nacionalidades de los individuos involucrados y la naturaleza de los delitos cometidos.
### Expulsiones y Detenciones: Un Panorama General
El informe revela que entre los expulsados en 2024 se encuentran un argelino confidente de la Ertzaintza y un condenado por su participación en los atentados de Barcelona y Cambrils de 2017. Estas expulsiones son parte de un esfuerzo más amplio por parte de las autoridades para eliminar a aquellos que representan una amenaza para la seguridad nacional. En abril, se ordenó la expulsión de un argelino que había sido detenido anteriormente y que, a pesar de haber sido absuelto por el Tribunal Supremo, fue considerado un peligro por las autoridades.
Además, el informe destaca la expulsión de Said Lachhad, un ciudadano marroquí que había combatido en Siria y que, tras cumplir una condena de siete años, regresó a España para reclutar nuevos terroristas. Este tipo de casos subraya la complejidad del fenómeno del yihadismo y la necesidad de una respuesta coordinada y efectiva por parte de las autoridades.
En total, el informe indica que los ciudadanos españoles siguen siendo los más numerosos entre los detenidos, seguidos de cerca por los marroquíes. En 2024, se registraron 30 detenidos de nacionalidad española, lo que representa el 37% del total de arrestos, mientras que 26 detenidos eran marroquíes, lo que equivale a casi un tercio del total. Esta tendencia resalta la importancia de abordar el problema del yihadismo desde una perspectiva que incluya tanto a los nacionales como a los extranjeros.
### Tipología delictiva y la participación de menores
El informe también proporciona una radiografía de los delitos cometidos por los detenidos, revelando que un 37% de ellos estaban involucrados en actividades de propaganda o enaltecimiento de la violencia yihadista. Otro 22,2% de los arrestados estaban en etapas preparatorias para la realización de atentados, lo que indica una clara intención de llevar a cabo actos violentos. Solo un 1,2% de los detenidos estaban acusados de proporcionar financiación a grupos terroristas, lo que sugiere que la mayoría de las actividades delictivas se centran en la promoción y ejecución de la violencia.
Un aspecto alarmante del informe es el aumento en la implicación de menores en delitos relacionados con el yihadismo. En 2024, se registraron 15 menores detenidos, una cifra que supera la suma de los detenidos en los siete años anteriores. Este incremento plantea serias preocupaciones sobre la radicalización de jóvenes en España y la necesidad de implementar programas de prevención y rehabilitación que aborden este fenómeno.
El caso de un joven de 17 años en Montellano, Sevilla, que ensayaba para detonar una bomba, es un ejemplo preocupante de cómo la ideología yihadista puede atraer a individuos tan jóvenes. Además, el informe menciona que ocho de las personas arrestadas en 2024 eran mujeres, lo que refleja una tendencia creciente en la participación femenina en actividades yihadistas. Desde 2015, se han contabilizado 52 mujeres detenidas, lo que representa el 8,84% de todas las capturas en este periodo.
La situación actual en España en relación con el yihadismo es compleja y multifacética. Las expulsiones y detenciones son solo una parte de un enfoque más amplio que debe incluir la prevención, la educación y la reintegración de aquellos que han sido radicalizados. La colaboración entre las autoridades, las comunidades y las organizaciones no gubernamentales será crucial para abordar este desafío de manera efectiva.
En resumen, el panorama del yihadismo en España está en constante evolución, y las autoridades deben adaptarse a las nuevas realidades para garantizar la seguridad de la población. La combinación de expulsiones, detenciones y un enfoque proactivo en la prevención será fundamental para mitigar la amenaza del terrorismo en el país.