La Federación Internacional de Baloncesto (FIBA) y la Euroliga han mantenido un encuentro crucial que podría redefinir el futuro del baloncesto en Europa. Este evento, que se llevó a cabo de manera telemática, contó con la participación de Andreas Zagklis, Secretario General de FIBA, y Jorge Garbajosa, Presidente de FIBA Europa. Durante la reunión, se discutió el acuerdo entre la NBA y FIBA para explorar la creación de una nueva competición masculina en el continente europeo, un paso significativo hacia el fortalecimiento del baloncesto en la región.
La iniciativa, impulsada por FIBA, refleja su compromiso por unir a todas las partes interesadas en el baloncesto, con el objetivo de acercar el deporte a más aficionados y fomentar su crecimiento a nivel global. Este encuentro permitió a los equipos de la Euroliga plantear preguntas y conocer de primera mano los detalles del anuncio realizado en Nueva York por Adam Silver, Comisionado de la NBA, y Andreas Zagklis.
La relación entre la NBA y FIBA ha sido históricamente positiva, con proyectos conjuntos que evidencian un interés compartido en el crecimiento del baloncesto. En este contexto, la participación de FIBA en el nuevo plan garantiza que los equipos mantengan su participación en sus respectivas ligas nacionales, defendiendo así el modelo europeo basado en la meritocracia deportiva. Esto permitirá a los clubes tener la opción de participar en la nueva competición sin que se convierta en un modelo cerrado como el actual de la NBA.
Uno de los aspectos más destacados del plan es la estabilidad financiera que ofrecerá a los clubes participantes, con ingresos compartidos que impulsarán el desarrollo de diversos proyectos y clubes. La nueva liga se integraría en el panorama baloncestístico europeo, permitiendo que los equipos continúen compitiendo en sus competiciones nacionales. Además, se establecería un sistema de acceso basado en la meritocracia, respetando la armonización del calendario de selecciones.
Andreas Zagklis enfatizó la importancia de que el plan actual sea compatible con las actividades de FIBA y sus socios en Europa, incluyendo la Basketball Champions League y las ligas nacionales. «Nuestro papel como federación internacional es unir lo máximo posible el ecosistema del baloncesto», afirmó Zagklis, quien también destacó la necesidad de mantener un contacto constante con los clubes.
Por su parte, Adam Silver subrayó que la composición de los clubes en la nueva liga es un tema en discusión. Reconoció que muchos de los clubes existentes tienen marcas globales significativas, algunas de las cuales han sido construidas a través del fútbol. Sin embargo, también se mostró abierto a explorar la posibilidad de que otros clubes en ciudades europeas expresen su interés en participar en esta nueva competición.
Este encuentro entre FIBA y la Euroliga representa un paso importante hacia la creación de un entorno más colaborativo en el baloncesto europeo. La posibilidad de una nueva liga que respete las estructuras existentes y fomente la participación de clubes de diferentes niveles podría transformar el panorama del baloncesto en el continente. La proactividad de FIBA en este sentido es un indicativo de su compromiso por el desarrollo del deporte y su deseo de conectar a todos los actores involucrados.
Con la mirada puesta en el futuro, la colaboración entre FIBA y la Euroliga podría abrir nuevas oportunidades para los clubes europeos y sus aficionados, asegurando que el baloncesto continúe creciendo y evolucionando en un entorno competitivo y dinámico. La próxima junta de equipos de la Euroliga será una oportunidad clave para que los clubes se involucren en este proceso y contribuyan a dar forma a lo que podría ser una nueva era para el baloncesto en Europa.