La creciente presencia de dispositivos electrónicos en la vida cotidiana ha generado preocupaciones sobre su impacto en la salud y el desarrollo de los más jóvenes. Desde teléfonos móviles hasta tabletas y consolas de videojuegos, la tecnología se ha convertido en una parte integral de la vida de niños y adolescentes. Sin embargo, su uso excesivo puede tener consecuencias negativas, especialmente en etapas críticas del desarrollo. Este artículo explora las recomendaciones de expertos sobre el uso de tecnología en la infancia y la adolescencia, así como estrategias para fomentar hábitos saludables.
**Efectos Negativos del Uso de Pantallas en Niños y Adolescentes**
El uso de dispositivos electrónicos ha sido asociado con una serie de problemas de salud en niños y adolescentes. Según expertos en pediatría, la exposición a pantallas puede contribuir al sedentarismo, problemas de visión y trastornos del sueño. El Dr. Julio Maset, médico de Cinfa, señala que el uso excesivo de pantallas puede llevar a un sueño de menor calidad, ya que los niños tienden a acostarse más tarde y tienen dificultades para conciliar el sueño. Esto puede resultar en somnolencia diurna, alteraciones en el estado de ánimo y problemas de conducta.
La Asociación Española de Pediatría (AEP) advierte que los menores de 6 años no deberían estar expuestos a pantallas, ya que no hay un tiempo seguro de uso que no afecte su desarrollo. Unicef también respalda esta postura, indicando que la tecnología no aporta beneficios significativos a esta franja de edad. Para los niños de 7 a 12 años, se recomienda limitar el uso de pantallas a menos de una hora diaria, incluyendo el tiempo dedicado a tareas escolares. Además, se sugiere que el uso de dispositivos se realice bajo la supervisión de un adulto y en lugares comunes, evitando el baño y el dormitorio.
En el caso de los adolescentes, el uso responsable de la tecnología es crucial. Se aconseja limitar el tiempo de pantalla a un máximo de dos horas diarias, priorizando el uso de dispositivos sin acceso a internet. Esto es importante para evitar la hiperestimulación que puede disminuir la capacidad de concentración y aumentar la impulsividad. La utilización de pantallas también puede interferir con la memoria de trabajo y la capacidad de filtrar distracciones, lo que puede tener un impacto negativo en el rendimiento académico.
**Estableciendo Rutinas y Límites para un Uso Saludable**
Para mitigar los efectos negativos del uso de tecnología, es fundamental establecer rutinas y límites claros en el hogar. Los expertos sugieren que los padres deben predicar con el ejemplo, mostrando un uso moderado de la tecnología y participando en actividades sin pantallas. La implicación de toda la familia es esencial para fomentar un entorno saludable.
Una estrategia efectiva es establecer horarios específicos para el uso de dispositivos, así como definir claramente los lugares donde se permite su uso. Por ejemplo, es recomendable que los dispositivos se mantengan en áreas comunes de la casa y que se evite su uso antes de dormir, ya que esto puede interferir con la calidad del sueño. Además, se sugiere implementar controles parentales en los dispositivos para limitar el acceso a ciertas aplicaciones y sitios web, así como para acotar el tiempo de uso.
Los expertos también enfatizan la importancia de equilibrar el tiempo de pantalla con actividades físicas y momentos de descanso visual. Incorporar pausas regulares y fomentar la práctica de deportes y juegos al aire libre puede ayudar a contrarrestar el sedentarismo asociado con el uso de tecnología. Asimismo, es crucial que los padres mantengan una comunicación abierta con sus hijos sobre los riesgos del uso excesivo de pantallas y la importancia de un uso responsable.
Por último, retrasar la entrega del primer smartphone y acompañar su uso con normas claras y educación digital continua puede ser una medida efectiva para garantizar una relación saludable entre los jóvenes y la tecnología. Al establecer límites y fomentar hábitos saludables, se puede ayudar a los niños y adolescentes a navegar el mundo digital de manera segura y equilibrada.