El apagón masivo que afectó a la Península Ibérica el 28 de abril ha dejado una huella significativa en la percepción pública hacia el Gobierno español. Según el barómetro de mayo del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), realizado inmediatamente después de este incidente, se ha observado un retroceso en la popularidad del PSOE y una notable recuperación del Partido Popular (PP). Este cambio se traduce en una reducción de la ventaja que Pedro Sánchez tenía sobre Alberto Núñez Feijóo, que ha pasado de 6,5 a 2,7 puntos en solo un mes.
La encuesta flash publicada por el CIS cinco días después del apagón reveló que el 60% de los españoles consideraron insuficiente la información proporcionada por el Gobierno durante la crisis. Este descontento se refleja en el hecho de que el 52% de los encuestados se sintió afectado de manera significativa por el corte de luz. En este contexto, el PSOE ha visto caer su intención de voto al 32%, lo que representa una disminución de seis décimas respecto al mes anterior. Por otro lado, el PP ha logrado un aumento de 3,2 puntos, alcanzando el 29,3% de los sufragios, lo que marca un cambio notable en la dinámica política del país.
El impacto del apagón no solo ha afectado a los partidos políticos tradicionales. Vox, que había alcanzado su máximo histórico en abril, ha visto caer su apoyo al 13,7%, lo que representa una disminución de un punto y medio. Este retroceso se suma a la multa impuesta por el Tribunal de Cuentas a Vox por recibir donaciones sin cumplir con los requisitos legales, lo que podría haber influido en la percepción pública del partido.
Por su parte, Sumar se mantiene en la cuarta posición con un 6,1% de los votos, mientras que Podemos ha logrado un ligero aumento, alcanzando el 4,3%. ERC y Junts continúan en la parte baja de la tabla, con un 1,6% y un 1,1% respectivamente. El partido Se Acabó la Fiesta, liderado por Luis ‘Alvise’ Pérez, también ha sufrido un retroceso, cayendo a un 1,5% tras la salida de dos de sus compañeros en el Parlamento Europeo, quienes lo acusaron de desinformación y amenazas.
La situación actual del Gobierno y la percepción de los líderes políticos también se han visto afectadas. Pedro Sánchez sigue siendo el preferido como presidente del Gobierno para el 25,4% de los encuestados, mientras que Feijóo solo es apoyado por el 10,2%. Sin embargo, un 27% de los encuestados optó por la opción «ninguno de ellos», lo que indica un descontento generalizado con los líderes actuales. En cuanto a la evaluación de los dirigentes, ninguno ha logrado el aprobado, siendo Sánchez el que obtiene la mejor nota con un 4,15, seguido de Yolanda Díaz y Feijóo.
La vivienda se mantiene como la principal preocupación de los españoles, con un 25,5% de los encuestados señalándola como su mayor inquietud. Esta preocupación se ve acompañada por un aumento en la preocupación por los problemas políticos, que ha subido 3,3 puntos hasta alcanzar el 19,7%. El desempleo y la crisis económica también figuran entre las principales preocupaciones, con un 19,2% y un 19,1% respectivamente. La inmigración, que anteriormente ocupaba un lugar destacado en la lista de preocupaciones, ha caído a la sexta posición.
El contexto en el que se realizó el barómetro del CIS es crucial para entender los resultados. Durante los días en que se llevó a cabo la encuesta, las investigaciones sobre las causas del apagón continuaban, lo que reabrió el debate sobre la dependencia de España de las energías renovables y nucleares. Además, el robo de cobre que causó problemas en las conexiones ferroviarias entre Madrid y Andalucía también influyó en la percepción pública. En este marco, el Consejo de Ministros aprobó la reducción de la jornada laboral, un tema que ha generado controversia y que ha sido objeto de enmiendas por parte de partidos como Junts.
En resumen, el apagón masivo ha tenido un efecto profundo en la opinión pública española, alterando las dinámicas políticas y revelando un descontento generalizado hacia el Gobierno. A medida que se avanza hacia las próximas elecciones, será crucial observar cómo estos cambios en la percepción pública influirán en el comportamiento electoral de los ciudadanos.