La secretaria general de Podemos, Ione Belarra, ha sido ratificada en su cargo con un 90% de los votos durante la quinta asamblea ciudadana del partido, celebrada en el Pabellón de Convenciones de la Casa de Campo en Madrid. Sin embargo, la participación ha caído drásticamente, con 27,172 votos emitidos, lo que representa una disminución del 47% en comparación con la asamblea anterior de 2021, donde se registraron 51,589 votos válidos.
Este congreso ha sido un punto de inflexión para Podemos, ya que Belarra, única candidata a la Secretaría General, ha consolidado su liderazgo junto a Irene Montero, quien ha sido propuesta como referente electoral para las próximas elecciones generales. La nueva dirección del partido incluye a varios activistas y figuras destacadas, aunque también se han producido bajas significativas, como la de Pablo Echenique, exportavoz del partido.
La reelección de Belarra se produce en un contexto de tensión con el Gobierno de Pedro Sánchez. Durante su intervención, Belarra reafirmó que Podemos no será una fuerza de «obediencia» al presidente y criticó la falta de acción del Gobierno en temas cruciales, como el aumento del gasto en defensa y el incumplimiento de acuerdos parlamentarios. Esta postura crítica se ha intensificado tras la percepción de que el PSOE ha adoptado políticas similares a las del Partido Popular.
El partido ha manifestado su intención de rearmarse y recuperar el apoyo electoral perdido, con la esperanza de convertirse nuevamente en una fuerza de Gobierno. En este sentido, Belarra ha instado a los miembros de Podemos a hacer valer su voto en el Congreso y a adoptar una postura más crítica hacia el Ejecutivo, distanciándose de la idea de ser socios parlamentarios del Gobierno.
Además, la asamblea ha dejado claro que Podemos no tiene intención de confluir con Sumar, la nueva formación liderada por Yolanda Díaz. Belarra y otros miembros del partido han criticado a Sumar por considerarla una izquierda sumisa y manejable para el PSOE. Esta confrontación se ha manifestado en la ponencia política del partido, que no menciona alianzas y se enfoca en conectar con la sociedad civil descontenta con el Gobierno actual.
El exvicepresidente Pablo Iglesias también ha estado presente en la asamblea, apoyando la reelección de Belarra y criticando a la «izquierda sindical» que busca un pacto bipartidista. Iglesias ha instado a Podemos a volver al Gobierno y ha desafiado la idea de que la democracia liberal sea neutral, cuestionando la independencia de las instituciones.
A pesar de los desafíos, Podemos ha señalado que ha experimentado un crecimiento lento pero sostenido en la intención de voto. Sin embargo, sigue estando por detrás de Sumar en la mayoría de los sondeos. La tarea de revitalizar el partido recae en Belarra, quien deberá enfrentar el reto de recuperar la presencia de Podemos en gobiernos autonómicos y en el panorama político general.
El futuro inmediato del partido incluye elecciones en Andalucía y Castilla y León, donde deberán decidir cómo afrontar la contienda electoral. Con la caída de la participación en la asamblea y la necesidad de reestructuración interna, el camino hacia la recuperación de Podemos se presenta como un desafío significativo.