La reciente comparecencia de Javier Tebas, presidente de LaLiga, en el Congreso de los Diputados ha reavivado el debate sobre la Superliga y su impacto en el deporte europeo. Tebas, conocido por su firme oposición a la Superliga de fútbol, ha extendido su crítica a un nuevo proyecto que busca emular el modelo de la NBA en el baloncesto europeo. En su intervención, el presidente de LaLiga advirtió sobre los peligros que este nuevo modelo podría representar para las ligas nacionales, señalando que la creación de competiciones semicerradas podría agravar la situación económica de los clubes más pequeños.
La Superliga de fútbol, impulsada por A22 y figuras prominentes como Florentino Pérez, ha sido objeto de controversia desde su anuncio. Tebas ha argumentado que este proyecto no solo amenaza la estructura del fútbol europeo, sino que también podría replicar los problemas que ha enfrentado el baloncesto con la creación de la Euroliga. Según él, la Euroliga ha estancado los ingresos de la ACB, que actualmente son los mismos que en 2003, mientras que LaLiga ha visto un crecimiento significativo en sus ingresos por derechos audiovisuales.
### La amenaza de la Superliga para el fútbol español
Durante su comparecencia, Tebas presentó un estudio que revela que los clubes españoles de primera y segunda división podrían perder hasta un 32% de sus ingresos por televisión si la Superliga se materializa. Esta cifra podría aumentar hasta un 45% si los partidos de la nueva competición se programan para los fines de semana. El presidente de LaLiga enfatizó que este dinero se redistribuiría entre los equipos que participen en la Superliga, lo que ampliaría la brecha económica entre los clubes más grandes y los más pequeños.
Tebas no se mostró preocupado por el hecho de que solo tres equipos (Barcelona, Real Madrid y Atlético de Madrid) hayan dominado el campeonato en los últimos años. Su principal inquietud radica en que estos equipos logren puntuaciones superiores a los 90 puntos, un umbral que, según él, define la competitividad de una liga. Si la Superliga se lleva a cabo, la competitividad de las ligas nacionales podría verse gravemente comprometida, lo que afectaría no solo a los clubes, sino también a los aficionados y al espectáculo del fútbol en general.
El presidente de LaLiga también hizo hincapié en la necesidad de replantear el reparto de ingresos en las competiciones europeas. Con el nuevo formato de la Champions League en discusión, es crucial encontrar un equilibrio que permita mantener la competitividad de las ligas nacionales. Si la brecha entre los clubes se amplía, el futuro del fútbol podría estar en peligro.
### El paralelismo con el baloncesto europeo
Tebas no se limitó a hablar sobre el fútbol; también hizo referencia a la situación del baloncesto europeo y la influencia de la NBA. La liga estadounidense ha comenzado a establecer vínculos con la FIBA para crear una nueva competición de clubes en Europa, lo que ha generado preocupación en el ámbito del baloncesto. Según el presidente de LaLiga, este nuevo modelo podría profundizar los problemas que ya se han visto con la Euroliga, que fue creada tras una ruptura con la FIBA hace más de dos décadas.
La advertencia de Tebas es clara: si el modelo de competiciones semicerradas triunfa en el baloncesto, el fútbol podría enfrentar un destino similar. La creación de una Superliga podría llevar a un estancamiento en los ingresos y a una disminución de la competitividad en las ligas nacionales, lo que afectaría a todos los clubes, no solo a los más grandes.
La situación actual del baloncesto en España, donde la ACB ha visto estancados sus ingresos por derechos audiovisuales, es un claro ejemplo de lo que podría suceder en el fútbol si la Superliga se implementa. La falta de un modelo sostenible que beneficie a todos los clubes podría llevar a un colapso en la competitividad y en la calidad del espectáculo deportivo.
En resumen, la intervención de Javier Tebas en el Congreso de los Diputados ha puesto de manifiesto las preocupaciones que existen en torno a la Superliga y su posible impacto en el fútbol y el baloncesto europeos. Su advertencia sobre el nuevo modelo de baloncesto, que podría replicar los problemas del fútbol, resuena en un momento en que el futuro de las ligas nacionales está en juego. La necesidad de un replanteamiento en el reparto de ingresos y en la estructura de las competiciones es más urgente que nunca, para asegurar que el deporte siga siendo competitivo y atractivo para los aficionados.