La regulación bancaria en Europa ha alcanzado niveles sin precedentes, lo que ha generado un debate intenso sobre la necesidad de simplificación. Sin embargo, los banqueros han descartado la idea de desregular el sector, optando en su lugar por hablar de una simplificación que, en la práctica, parece inalcanzable. Este fenómeno ha llevado a que las entidades bancarias destinen una parte significativa de sus recursos a cumplir con la creciente burocracia, lo que afecta su capacidad para atender a los clientes y crecer en el mercado.
### La Realidad de la Burocracia Bancaria
La regulación bancaria se ha convertido en un tema candente en la industria financiera europea. José Antonio Álvarez, vicepresidente del Santander, ha expresado su preocupación por lo que él llama una «obsesión» de los reguladores. Según sus declaraciones, de cada 100 euros que genera un banco, 50 se destinan a dividendos y recompra de acciones, mientras que los otros 50 se utilizan para conceder créditos. Sin embargo, de esos 50 euros, 25 se deben destinar a cumplir con la regulación, lo que deja un margen muy limitado para el crecimiento y la atención al cliente.
Este fenómeno no es aislado. Gonzalo Gortázar, CEO de Caixabank, también ha manifestado su descontento con el aumento del volumen de informes que las entidades deben presentar. La memoria anual del Santander ha pasado de 400 a 1,400 páginas en solo seis años, lo que plantea la pregunta sobre la necesidad real de tal cantidad de información. Gortázar ha señalado que el informe de sostenibilidad de su banco ha crecido de 50 a 600 páginas, lo que indica una tendencia alarmante hacia la sobrecarga de información.
La presión supervisora en Europa ha aumentado significativamente, y aunque se argumenta que esto es necesario para abordar nuevos riesgos como los ciberataques y el cambio climático, muchos en la industria creen que esta burocracia es perjudicial. La atención al cliente, por ejemplo, ha ido en caída libre, lo que sugiere que los recursos que se destinan a cumplir con la regulación podrían ser mejor utilizados en mejorar la experiencia del cliente.
### El Futuro de la Regulación Bancaria
A medida que la regulación bancaria continúa expandiéndose, la pregunta que surge es: ¿hacia dónde se dirige el sector? La realidad es que la regulación no solo no se va a simplificar, sino que se espera que aumente en los próximos años. Esto se debe a que la regulación forma parte del sistema y a que las autoridades regulatorias tienen un interés en mantener su relevancia y poder.
La Autoridad Bancaria Europea (EBA) ha reconocido que el proceso regulatorio no ha concluido y que, de hecho, se intensificará. La introducción de nuevos riesgos en el panorama financiero, como los mencionados ciberataques y el cambio climático, ha llevado a una mayor burocracia. Esto plantea un dilema para las entidades bancarias, que deben equilibrar el cumplimiento normativo con la necesidad de ser competitivas en un mercado cada vez más exigente.
La creciente burocracia también ha llevado a un aumento en los costos operativos de los bancos. Con más recursos destinados a cumplir con la regulación, las entidades pueden verse obligadas a recortar en otras áreas, como la innovación y el desarrollo de productos. Esto podría tener un impacto negativo en la capacidad de los bancos para adaptarse a las necesidades cambiantes de los consumidores y para competir con nuevas fintechs que operan con menos restricciones.
En este contexto, es crucial que los bancos y las autoridades regulatorias encuentren un equilibrio que permita la estabilidad del sistema financiero sin ahogar la innovación y el crecimiento. La simplificación de la regulación podría ser una solución, pero parece que este objetivo está lejos de ser alcanzado. La burocracia seguirá siendo un desafío importante para el sector bancario europeo, y la forma en que se gestione este problema determinará el futuro de la industria en los próximos años.