La tragedia del 29 de octubre de 2025 dejó una huella imborrable en la Comunidad Valenciana, afectando a localidades como Utiel, Chiva y la Ribera. Sin embargo, uno de los episodios más comentados de esa jornada no ocurrió en medio de la tormenta, sino en un restaurante emblemático de Valencia: El Ventorro. Este establecimiento, conocido por su cocina tradicional y su ambiente reservado, se convirtió en el escenario de una comida que ha sido objeto de controversia y debate político durante los últimos seis meses.
La comida entre el presidente Carlos Mazón y la periodista Maribel Vilaplana se llevó a cabo en un momento crítico, cuando la Unidad Militar de Emergencias (UME) ya estaba en acción y las tormentas volvían a azotar la región. A pesar de la gravedad de la situación, la conversación entre Mazón y Vilaplana se centró en temas profesionales y una propuesta de trabajo que, según se informa, fue rechazada. Durante este tiempo, Mazón recibió varias llamadas, pero, según fuentes cercanas, no dio señales de que algo grave estuviera ocurriendo.
El Ventorro, dirigido por Alfredo Romero, ha sido un punto de encuentro para empresarios, políticos y periodistas. Su fama se ha visto incrementada por la atención mediática que ha recibido desde aquel 8 de noviembre, cuando la comida se hizo pública. La falta de transparencia por parte de la Generalitat ha alimentado la especulación y la crítica, con la oposición exigiendo respuestas sobre lo que realmente ocurrió durante esas horas cruciales.
### La Controversia de la Comida
Desde que se conoció la existencia de esta comida, la oposición no ha dejado de presionar al presidente Mazón. Se ha cuestionado la naturaleza del encuentro, que inicialmente fue presentado como una «comida privada» y luego como un «almuerzo de trabajo». La falta de claridad en la información ha llevado a acusaciones de opacidad y ha generado un clima de desconfianza entre los ciudadanos.
La situación se complicó aún más cuando se negaron a proporcionar detalles sobre la factura de la comida, las llamadas realizadas durante ese tiempo y las imágenes de las cámaras de seguridad del Palau. La oposición ha utilizado esta falta de información para criticar al presidente, sugiriendo que su comportamiento durante la crisis fue inadecuado. El presidente del Ventorro, junto con el Consell, ha sido objeto de burlas y memes en redes sociales, convirtiendo el episodio en un tema de conversación recurrente en el ámbito político.
El ministro Óscar Puente, en una reciente comparecencia en el Senado, incluso sugirió que se realizaran auditorías sobre la factura de la comida, lo que añade más leña al fuego de la controversia. La situación se ha vuelto tan mediática que incluso el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha hecho referencia al «pacto del Ventorro», lo que ha llevado a que el término se convierta en un fenómeno viral en el debate político nacional.
### El Impacto en El Ventorro y la Vida de sus Protagonistas
Mientras la controversia sigue su curso, la vida en El Ventorro ha cambiado drásticamente. El restaurante, que antes era un lugar discreto, ahora se ha convertido en un atractivo turístico. Su dueño ha tomado medidas para controlar las reservas y ha retirado el cartel de la entrada, que solía ser modesto. La discreción, que era uno de los sellos distintivos del lugar, ha quedado en el pasado, y la demanda por una experiencia en el restaurante ha aumentado considerablemente.
Por otro lado, Maribel Vilaplana, la periodista que compartió la comida con Mazón, ha logrado esquivar la presión mediática que ha rodeado a este episodio. A pesar de que su papel en la comida ha sido objeto de escrutinio, no ha hecho declaraciones extensas sobre lo sucedido, lo que ha contribuido a mantener el misterio en torno a esa jornada.
El impacto de esta comida se ha sentido no solo en el ámbito político, sino también en la percepción pública de la gestión de crisis en la Comunidad Valenciana. La falta de respuestas claras y la continua especulación han dejado a muchos ciudadanos con una sensación de desconfianza hacia sus líderes. La situación ha puesto de relieve la importancia de la transparencia en la gestión pública, especialmente en momentos de crisis, donde cada decisión puede tener consecuencias significativas.
A medida que se cumplen seis meses desde aquella comida, el eco de la sobremesa más larga de Mazón sigue resonando en la política valenciana. La presión de la oposición y la demanda de respuestas continúan, mientras que El Ventorro se ha convertido en un símbolo de la controversia que rodea a la gestión de la crisis del 29 de octubre. La historia de esa tarde no solo ha marcado a sus protagonistas, sino que también ha dejado una huella en la memoria colectiva de la Comunidad Valenciana.