La aparición de nuevas variantes del COVID-19 ha sido un tema constante desde el inicio de la pandemia. Recientemente, la variante NB.1.8.1 ha captado la atención de expertos y organismos de salud pública debido a su rápida propagación y a la necesidad de vigilancia. Esta variante, que se deriva de la cepa ómicron, fue identificada por primera vez el 22 de enero de 2025 y ha comenzado a representar más del 10% de las infecciones globales. A pesar de su expansión, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha clasificado esta variante como de ‘bajo riesgo’ para la población, lo que ha generado un debate sobre su impacto real en la salud pública.
### Características y Síntomas de la Variante NB.1.8.1
La variante NB.1.8.1 ha sido detectada en varios países, incluidos aquellos con alta afluencia turística como Egipto, Tailandia y Maldivas. En Estados Unidos, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) han confirmado su presencia en estados como Nueva York, California y Arizona. A pesar de que el número de casos en España es aún bajo, el Instituto de Salud Carlos III ha comenzado a incluir esta variante en sus informes de vigilancia.
Los síntomas asociados a la variante NB.1.8.1 son similares a los de otras variantes del COVID-19. Estos incluyen fiebre, tos, dificultad para respirar, dolor de garganta, congestión nasal, pérdida del gusto o del olfato, fatiga, dolores musculares, dolor de cabeza, náuseas y diarrea. La similitud de los síntomas con otras variantes hace que la identificación temprana sea crucial para el control de la propagación.
### Efectos de la Variante en la Inmunidad y la Transmisión
Uno de los aspectos más preocupantes de la variante NB.1.8.1 es su capacidad para eludir parcialmente la inmunidad adquirida, ya sea por infecciones previas o por vacunación. La profesora Lara Herrero, experta en virología, ha señalado que las personas infectadas con esta variante pueden tener una mayor probabilidad de transmitir el virus a otros. Esto se debe a ciertas mutaciones en su estructura genética que le permiten una mayor afinidad para unirse a los receptores celulares (ACE2), facilitando así su transmisión.
Un estudio reciente ha indicado que la respuesta de neutralización de anticuerpos contra la variante NB.1.8.1 es un 1.5 veces inferior en comparación con otras variantes anteriores. Esto sugiere que, aunque las vacunas siguen siendo efectivas, su eficacia podría verse comprometida ante esta nueva cepa. La OMS ha recomendado que los países mantengan una vigilancia activa y adapten sus estrategias de gestión de la COVID-19 para fortalecer sus sistemas de salud frente a todas las amenazas de enfermedades respiratorias.
A pesar de la preocupación por la capacidad de transmisión de la variante, la OMS ha afirmado que no hay evidencia que sugiera que NB.1.8.1 cause una enfermedad más grave que otras variantes en circulación. Esto es un alivio, ya que sugiere que, aunque la variante es más contagiosa, no necesariamente implica un aumento en la severidad de la enfermedad.
### Recomendaciones de Salud Pública
La OMS y los CDC han instado a los países a continuar con la vacunación y a seguir las recomendaciones de salud pública para mitigar la propagación del virus. Esto incluye el uso de mascarillas en lugares cerrados, el distanciamiento social y la higiene adecuada. Además, se enfatiza la importancia de la vacunación, ya que las vacunas aprobadas deberían seguir siendo efectivas contra esta variante, aunque con una eficacia posiblemente reducida.
La situación actual con la variante NB.1.8.1 subraya la necesidad de permanecer alerta y adaptarse a la evolución de la pandemia. La vigilancia epidemiológica y la investigación continua son esenciales para entender mejor esta variante y su impacto en la salud pública. La comunidad científica sigue trabajando para obtener más información sobre la variante y su comportamiento, lo que permitirá a los gobiernos y a las organizaciones de salud pública tomar decisiones informadas para proteger a la población.