La presidenta del Gobierno de Navarra, María Chivite, ha comparecido recientemente ante la comisión de investigación del Senado sobre el ‘caso Koldo’, donde ha defendido su gestión y ha negado cualquier irregularidad en la tramitación de las obras de la carretera N-121 A y el túnel de Belate. Durante su intervención, Chivite destacó que no hubo ilegalidades en los procesos de contratación y que las decisiones tomadas se basaron en criterios de transparencia y legalidad.
### Contexto del Caso Koldo
El ‘caso Koldo’ ha sido un tema candente en la política navarra y nacional, generando un intenso debate sobre la ética y la legalidad en la gestión pública. Este caso se centra en la licitación de obras de infraestructura, específicamente el túnel de Belate, que ha sido objeto de críticas y acusaciones por parte de la oposición. La presidenta Chivite ha insistido en que las obras eran un proyecto de legislatura y que se llevaron a cabo con plena seguridad jurídica.
En su comparecencia, Chivite explicó que había solicitado la colaboración del ex secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, en algunas reuniones con ministerios para gestionar inversiones en Navarra. Sin embargo, enfatizó que no discutió la licitación del túnel de Belate con él. «Santos Cerdán era diputado por Navarra, y su tarea es reclamar inversiones del Gobierno de España para nuestra comunidad», afirmó Chivite, defendiendo la necesidad de contar con apoyo político para impulsar proyectos de infraestructura.
### La Defensa de la Presidenta
Durante su intervención, Chivite se mostró firme en su defensa, afirmando que los cargos políticos no influyen en las contrataciones administrativas. «Desde que soy presidenta, hemos realizado más de mil licitaciones y mesas de contratación. Mi única directriz política ha sido que esta obra era un proyecto de legislatura, y eso se ha cumplido con total transparencia», subrayó.
La presidenta también abordó las acusaciones sobre el nombramiento de Óscar Chivite como consejero de Cohesión Territorial, quien ha sido señalado como su tío. Chivite aclaró que no existe tal relación familiar, desmintiendo así las insinuaciones de favoritismo. «Óscar Chivite fue elegido por su trayectoria y capacidad de trabajo, no por vínculos familiares», aseguró, reafirmando su compromiso con la meritocracia en la administración pública.
La comparecencia de Chivite estuvo marcada por un ambiente tenso, con interrupciones por parte de senadores de la oposición, lo que llevó al presidente de la comisión a llamar al orden en varias ocasiones. A pesar de las dificultades, la presidenta mantuvo su postura y defendió la legalidad de las decisiones tomadas durante su mandato.
El ‘caso Koldo’ no solo ha puesto en el centro del debate la gestión de Chivite, sino que también ha generado un análisis más amplio sobre la transparencia y la ética en la política española. La presidenta ha instado a que se valore su gestión en función de los resultados y no de las especulaciones.
En este contexto, la presidenta de Navarra ha reiterado su compromiso con la transparencia y la legalidad en la gestión pública, asegurando que todas las decisiones se han tomado siguiendo los procedimientos establecidos y con el objetivo de mejorar la infraestructura de la comunidad. La comparecencia ha sido un intento de desmarcarse de las acusaciones y reafirmar su posición como líder responsable y comprometida con el bienestar de Navarra.