La Familia Real española ha comenzado su jornada en Oviedo con un evento que marca el inicio de las celebraciones de los Premios Princesa de Asturias. Este año, la princesa Leonor ha captado la atención con su elección de vestuario, un traje azul marino que evoca su reciente visita a Viana. La recepción, que se llevó a cabo en el Hotel de La Reconquista, reunió a los galardonados, miembros del patronato de la Fundación Princesa de Asturias y a los presidentes de los jurados de las distintas categorías. Este evento no solo es un momento de protocolo, sino también una oportunidad para que la monarquía española muestre su cercanía y gratitud hacia los premiados.
**Un Encuentro Cálido y Cercano**
Desde primera hora de la mañana, Oviedo se ha vestido de gala para recibir a la Familia Real. Las calles del centro de la ciudad estaban adornadas con banderas y flores, mientras que los balcones lucían cintas azul celeste, el color emblemático de la Fundación Princesa de Asturias. La llegada de los Reyes y sus hijas fue recibida con aplausos y vítores por parte de los ciudadanos que se congregaron en las inmediaciones del hotel.
La recepción en el Hotel de La Reconquista se ha convertido en uno de los momentos más esperados del día. A medida que la Familia Real descendía del vehículo oficial, los fotógrafos capturaban la escena en la que los monarcas estrechaban manos y compartían palabras con los galardonados. Este encuentro tiene un carácter más íntimo y humano en comparación con la gala que se celebrará más tarde en el Teatro Campoamor. Es un momento que simboliza el diálogo entre la tradición, la cultura y la modernidad que los Premios Princesa de Asturias representan.
La princesa Leonor, en su papel como futura reina, ha optado por un look que combina elegancia y formalidad. Su traje azul marino, uno de los más utilizados por ella, fue complementado con zapatos negros y un peinado que dejaba su cabello suelto, dándole un toque más sofisticado. Esta elección de vestuario no solo resalta su estilo personal, sino que también refleja su madurez y confianza en el ámbito público.
**Un Día de Celebración y Reconocimiento**
La jornada no se limita a la recepción en el hotel. A lo largo del día, la Familia Real ha tenido la oportunidad de interactuar con estudiantes premiados con el Premio Fin de Grado 2024 de la Universidad de Oviedo, así como con aquellos que han recibido las Medallas de Asturias 2025. Este reconocimiento a los logros académicos y culturales es un aspecto fundamental de los Premios Princesa de Asturias, que buscan fomentar la excelencia en diversas áreas.
Además, los Reyes y sus hijas también han tenido la oportunidad de conocer a los nuevos Hijo Predilecto e Hijo Adoptivo de Oviedo, quienes han sido distinguidos por su contribución a la comunidad. Este tipo de interacciones no solo refuerzan el vínculo entre la monarquía y la sociedad, sino que también destacan la importancia del compromiso social y cultural en la vida pública.
A medida que se acerca la ceremonia oficial en el Teatro Campoamor, la atmósfera en Oviedo se vuelve aún más festiva. Los alrededores del teatro están acordonados y el público comienza a posicionarse para ver la llegada de los premiados y de la Familia Real. Este evento cultural es uno de los más significativos en el calendario español, y la ciudad se transforma en un escenario vibrante que celebra la creatividad y el talento.
La recepción de los galardonados, que se llevará a cabo más adelante en el día, es una continuación de esta celebración. La Familia Real, al participar en estos eventos, no solo cumple con sus deberes protocolares, sino que también se convierte en un símbolo de unidad y orgullo nacional. La presencia de la princesa Leonor y la infanta Sofía en estos actos es un recordatorio de la nueva generación de la monarquía, que está aprendiendo a equilibrar la tradición con las expectativas modernas.
La jornada culminará con la gala en el Teatro Campoamor, donde se entregarán los premios a los galardonados. Este evento, que reúne a personalidades destacadas de diferentes ámbitos, es un testimonio del compromiso de España con la cultura y la educación. La participación de la Familia Real en estos actos es fundamental para mantener viva la relevancia de los Premios Princesa de Asturias en la sociedad contemporánea.
