Con el inicio del verano, Extremadura se enfrenta a la primera ola de calor del año, lo que ha llevado a un creciente malestar en las aulas de la región. La situación se ha vuelto insostenible para alumnos y profesores, quienes deben lidiar con temperaturas que superan los 35 grados centígrados en espacios reducidos. Esta problemática ha motivado a los diputados de Unidas por Extremadura, Irene de Miguel y Joaquín Macías, a registrar una iniciativa en la Asamblea para abordar la falta de climatización en los centros educativos. La portavoz del grupo, Irene de Miguel, ha expresado su preocupación por las condiciones ambientales en las que se encuentran los estudiantes, enfatizando que la salud y el bienestar de los menores deben ser una prioridad.
La propuesta de Unidas por Extremadura busca garantizar que las aulas cuenten con condiciones térmicas adecuadas, permitiendo así un ambiente propicio para el aprendizaje. De Miguel ha señalado que la Consejería de Educación ha implementado un protocolo que obliga a los estudiantes a regresar a casa a las 12 del mediodía durante las olas de calor. Sin embargo, esta medida no solo complica la conciliación familiar, sino que también deja a muchos niños sin la posibilidad de continuar su educación de manera regular.
### La Ley de Mejora de Condiciones Térmicas
La situación actual es aún más preocupante si se considera que desde 2019 existe una ley en Extremadura destinada a mejorar la eficiencia energética y las condiciones térmicas en los centros educativos. Esta normativa, conocida como Ley 4/2019, fue impulsada por el mismo grupo parlamentario que ahora exige su aplicación efectiva. Sin embargo, De Miguel ha lamentado que, a pesar de la existencia de esta ley, poco se ha hecho para implementarla en la práctica. La falta de acción ha llevado a que los estudiantes y el personal docente tengan que soportar temperaturas extremas que dificultan el aprendizaje y el trabajo.
La portavoz ha destacado que en otras instituciones públicas, como las consejerías, se respetan márgenes de temperatura entre 14 y 27 grados, conforme a un decreto de seguridad y salud. Sin embargo, esta regulación parece no aplicarse en las escuelas, donde los niños deben soportar condiciones que son inaceptables en el siglo XXI. La falta de climatización en las aulas no solo afecta a los estudiantes, sino también a los docentes y al personal administrativo, quienes también requieren un ambiente adecuado para desempeñar sus funciones.
### Un Llamado a la Conciencia Colectiva
La propuesta de Unidas por Extremadura no solo busca mejorar las condiciones en las aulas, sino que también plantea una reflexión más amplia sobre la importancia de la educación y el bienestar de los menores. En un momento en que el cambio climático está provocando fenómenos meteorológicos extremos, es fundamental que las instituciones educativas se adapten a estas nuevas realidades. La falta de climatización en las aulas no debería ser un tema que se discuta solo en épocas de calor extremo; es una cuestión que debe ser abordada de manera continua y proactiva.
De Miguel ha comparado la situación en Extremadura con la de otros países donde las condiciones climáticas extremas no llevan a la suspensión de clases. Por ejemplo, en Noruega no se cortan las clases por la nieve, ni en Inglaterra por la lluvia. Esta comparación pone de manifiesto la necesidad de un cambio en la mentalidad y en las políticas educativas de la región. La educación es un derecho fundamental, y garantizar un ambiente adecuado para el aprendizaje es esencial para el desarrollo de los niños y jóvenes.
La propuesta de climatización en las aulas extremeñas es un llamado a la acción que no puede ser ignorado. La salud y el bienestar de los estudiantes deben ser una prioridad para todos los actores involucrados en el sistema educativo. La implementación efectiva de la ley de 2019 es un paso crucial hacia la creación de un entorno educativo más saludable y eficiente. La sociedad debe unirse para exigir que se tomen medidas concretas que garanticen que todos los niños en Extremadura tengan acceso a un ambiente de aprendizaje adecuado, independientemente de las condiciones climáticas externas.